Los bomberos que batallan incendios forestales intensos y fatales en el norte de California enfrentaban este viernes condiciones climáticas agravadas.
El Servicio Nacional de Meteorología emitió advertencias de condiciones críticas hasta el sábado, con una serie de sistemas de baja presión que pasan por la región con ráfagas de viento de hasta 56 kilómetros por hora.
Los meteorólogos dijeron que la mayor amenaza era para áreas azotadas por el Incendio Carr, cerca de la ciudad de Redding, y Mendocino, al norte de San Francisco. El pronóstico incluye bajos niveles de humedad que hacen la vegetación más inflamable.
El incendio Carr, de 533 kilómetros cuadrados al sur de la frontera con Oregon, estaba contenido en un 39 por ciento, tras haber destruido 1060 viviendas y muchos otros inmuebles.
Dos bomberos y otras cuatro personas han muerto a causa del incendio, que estalló el 23 de julio y avanzó con furia hacia la ciudad más grande en la región. Más de mil 300 viviendas siguen amenazadas.
Hacia el suroeste, se ordenaron nuevas evacuaciones el jueves por la noche en el área de Mendocino, donde los incendios Ranch y River han calcinado 621 kilómetros cuadrados, destruido 41 viviendas y amenazado otras 9 mil 200.
Ambos incendios estuvieron activos por la madrugada, incluyendo una rápida extensión hacia el este por el incendio Ranch. La contención combinada era de 30 por ciento este viernes.
En la Sierra Nevada, los bomberos consiguieron una contención de 41 por ciento de un incendio forestal de 298 kilómetros cuadrados que obligó a cerrar Yosemite Valley y otros sectores del Parque Nacional Yosemite en el pico de la temporada turística.
Dos bomberos han muerto desde el estallido de ese incendio en el Bosque Nacional Sierra.
