Beyoncé abrió las puertas de su intimidad para hablar sobre el difícil nacimiento de sus mellizos el año pasado y cómo eso cambió su cuerpo, contando que había aceptado sus curvas y no estaba apurada por recuperar su antigua figura.
La cantante del álbum Lemonade, de 36 años, quien resguarda ferozmente su privacidad y rara vez da entrevistas, habló de su vida personal en la edición de septiembre de la revista Vogue, en la que aparece en portada con poco maquillaje.
“Tengo un poco de panza de mami y no tengo apuro por deshacerme de ella”, dijo Beyoncé en una entrevista difundida el lunes. “Pienso que es real. Cuando esté lista para tener abdominales (…) me romperé el alma hasta conseguirlos”, agregó.
La cantante dijo que pesaba 98.8 kilos cuando se sometió a una cesárea de emergencia para dar a luz a sus mellizos Rumi y Sir en junio de 2017 y decidió darse tiempo para recuperarse en lugar de apresurarse a perder el peso del embarazo.
“Acepté ser más voluptuosa. Acepté lo que mi cuerpo quería ser”, declaró Beyoncé. “Fui paciente conmigo misma y disfruté mis grandes curvas”, agregó.
La influyente cantante, quien encabezó el año pasado la lista de Forbes 2017 de mujeres mejor pagadas en la industria de la música, con una estimación de 105 millones de dólares, dijo que había decidido hacer la sesión de fotos de Vogue sin pelucas ni extensiones y con la menor cantidad de maquillaje posible.
“Pienso que es importante para las mujeres y hombres ver y apreciar la belleza en sus cuerpos naturales (…) Hasta hoy, mis brazos, hombros, pechos y muslos están más rellenos”, dijo
Beyoncé regresó a los escenarios después de tener a los mellizos en el festival de música de Coachella en abril. Actualmente realiza una gira por Estados Unidos y Europa junto a su marido rapero Jay-Z.