REDACCIÓN
Una enorme remontada, una mala decisión arbitral y finalmente una patada impresionante enviaron a los Rams de Los Ángeles al Super Bowl.
Después de remontar de una desventaja de 13-0, los Rams sorprendieron a los Saints en Nueva Orleans con un gol de campo de 57 yardas de Greg Zuerlein en tiempo extra, lo que le dio a los Rams la victoria este domingo por 26-23 en el duelo por el campeonato de la Conferencia Nacional y un boleto al Super Bowl.
El resultado no habría sido posible sin un evidente error de los jueces en los minutos finales del cuarto periodo. El cornerback Nickell Robey-Coleman, de Los Ángeles, cometió una clara interferencia con un golpe casco contra casco dentro de la yarda cinco, pero la falta no fue marcada por lo que los Saints tuvieron que conformarse con un gol de campo de 31 yardas de Wil Lutz, el cual, puso el marcador 23-20 a su favor a 1:45 minutos restantes del último cuarto.
Eso le dio a Jared Goff el tiempo suficiente para guiar a los Rams al otro extremo del campo en una serie ofensiva que culminó con un gol de campo de 48 yardas para empatar el juego a 15 segundos del final del cuarto periodo.
El dramático desenlace se dio luego que Nueva Orleans tuviera la primera serie ofensiva del tiempo extra. Con un defensor de los Rams frente a él, Drew Brees lanzó un pase errático que fue interceptado por John Johnson III, quien pudo quedarse con el balón mientras caía de espaldas.
“Es una amarga derrota”, sostuvo Brees, quien perdió una oportunidad de ganar otro título de Super Bowl como el que obtuvo en la temporada 2009.
Los Rams no fueron capaces de hacer mucho más a la ofensiva, pero no importó. Zuerlein decidió el encuentro al conectar el gol de campo del triunfo superando la distancia de sobra.
“Es increíble. No puedo explicarlo con palabras”, declaró Goff. “La defensa jugó de tal manera para llevar el partido a tiempo extra. La defensa logra una intercepción y Greg mete un gol de campo de 57 yardas del gane. Esa patada habría valido hasta para un intento de 70 yardas. Increíble”, agregó.
El Superdome, que durante todo el partido había sido estridente, repentinamente quedó en un silencio total. Fue la primera derrota en casa en playoffs de los Saints con Brees y el coach Sean Payton, que tenían marca de 6-0 en esos juegos desde el inicio de su dupla en 2006.