REDACCIÓN
El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, reveló este lunes, en entrevista telefónica para La Nota Dura, con Javier Risco, que Pemex no le informó oficialmente de la fuga del ducto en Tlahuelilpan, que derivó en una explosión que hasta el momento ha cobrado 91 vidas.
“Oficialmente a mí no me habló Pemex para decirme que había una fuga, Pemex tiene sus protocolos, la vigilancia de los ductos no es responsabilidad del estado de Hidalgo, sino del Ejército por ser una instalación de la seguridad nacional, entonces, yo me acabo enterando prácticamente a las 7 y media de la noche (del viernes, cuando ocurrió la explosión)”, indicó en el programa.
Detalló que después de las 16:00 horas se enteró que había una fuga, pero que ya se estaba atendiendo y a las 19:30 horas, de la explosión.
“Oficialmente a mí nadie me informó, nadie, es más, hasta las 7 y media de la noche, el secretario de Gobierno (local), Simón Vargas, me informa que hay un asunto muy grave porque a él sí le informó el general de la 18a zona militar y exactamente, en punto de esa hora que dijeron que había un incidente grave, (el funcionario) se trasladó y llegó en 20 minutos “, argumentó.
Hasta este lunes hay un total de 91 personas fallecidas y 52 hospitalizados luego de la explosión de una toma clandestina de combustible en Tlahuelilpan, Hidalgo, informó el gobernador.
“Y hemos encontrado 68 restos humanos, de los cuales, 10 han sido totalmente identificados y 8 han sido entregados a sus familias, todavía nos faltan por entregar”, añadió.
Más temprano este lunes, el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, dijo que se busca esclarecer si hubo negligencia relacionada con la tardanza para atender la emergencia. “Ese es un tema fundamental, la cronología de los hechos tiene que quedar absolutamente clara y precisa”, afirmó en una conferencia de prensa.
El viernes se produjo la explosión mientras una multitud recolectaba gasolina que salía a chorros de una fuga en el ducto Tula-Tuxpan, a pocos kilómetros de una importante refinería en el Hidalgo, donde el robo de combustibles se ha disparado en los últimos años.
El fin de semana surgieron críticas sobre el proceder de soldados y policías desplegados porque no pudieron contener a las personas. El Gobierno ha defendido reiteradamente su actuación, afirmando que se siguieron todos los protocolos de seguridad así como la estrategia emprendida desde fin del 2018 para tratar de combatir el robo de combustibles, que genera pérdidas por más de 2 mil 500 millones de dólares al año a la petrolera estatal.
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