El papa Francisco revocó la “suspensión a divinis” que pesaba sobre el poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal, impuesta por el Vaticano en 1985 y que le impedía ejercer sus funciones sacerdotales, informó este lunes la Nunciatura en Managua.

Cardenal, de 94 años, está hospitalizado desde la semana pasada por una afección renal. La Nunciatura divulgó en las redes sociales una foto del padre Cardenal en su lecho de enfermo, con una estola verde, símbolo de la recuperación de su estado clerical.

Cardenal nació en Granada, Nicaragua, el 20 de enero de 1925 y es conocido por ser un defensor de la teología de la liberación y por su obra poética, razón por la que ha merecido el reconocimiento como uno de los poetas más importantes de América Latina.

El poeta estudió en México en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y completó sus estudios en la Universidad de Columbia, en Nueva York.

Desde los estudios universitarios el autor publicó sus primeros textos y en 1952 creó una pequeña editorial de poesía. Dos años más tarde participó en un movimiento armado.

Cardenal se volvió monje trapense e ingresó al Monasterio de “Our Lady of Gethsemani”, en Estados Unidos, en 1957, lo cual simbolizó un año crucial en su vida. Posteriormente viajó al Monasterio Benedictino de Cuernavaca, donde estuvo por dos años y que también tocó su obra creativa, pues estuvo llena de experiencias místicas.

Cardenal se ordenó sacerdote en 1965 en Managua y poco después, a inicios de 1966, fundó una comunidad en una isla del archipiélago de Solentiname en la región de Río San Juan. Este espacio se volvió un foco de la revolución de la vida cultural y religiosa de América.

Ernesto Cardenal estaba en contra de la dictadura de Anastasio Somoza, régimen que vio su fin a tras la victoria de la Revolución Nicaragüense, el 19 de julio de 1979. Inmediatamente fue nombrado ministro de Cultura por el régimen sandinista.

La “suspensión a divinis” le fue impuesta a Cardenal cuando era ministro de Cultura durante el gobierno sandinista (1979-1990) alegando que su cargo no era compatible con su labor pastoral.

El hecho más relevante de este caso fue cuando el papa Juan Pablo II le amonestó públicamente en el aeropuerto Augusto Sandino durante su primer visita a Managua.

Fue “injusta la reprimenda del Papa”, consideró Cardenal en su libro “La Revolución Perdida”, merecedor del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2012.

Ernesto Cardenal es autor de algunos títulos de poesía como Hora 0, Oráculo sobre Managua, Los ovnis de oro, y Pasajero de tránsito; también escribió La santidad de la revolución, Democratización de la cultura y Nuevo cielo y tierra nueva, entre otros.

Entre los galardones que ha recibido están el Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán, Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, el Premio Mario Benedetti por la Fundación Benedetti de Uruguay, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña.