Sergio Espinoza
Con un llamado a la civilidad y la no violencia por parte del agraviado, luego de poco más de seis horas de fuerte tensión y teniendo como fondo el “Dios Nunca Muere” del oaxaqueño Macedio Alcalá para los reclamos de los vecinos que exigían justicia; autoridades de Tlaxcala lograron la extracción del sospechoso y un menor de edad, quiénes este domingo se vieron involucrados en un robo violento a casa habitación.
Eran las once de la noche y luego de que la titular de la COESPO retirara al infante de la planta alta de la sede del Ayuntamiento de Nopalucan, cuando policías de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), apoyados de una “julia” trasladaron al detenido que presuntamente junto con otro sujeto y un niño de 9 años, perpetraron un asalto con disparos por arma de fuego a una casa habitación y se llevaron una cantidad considerable de dinero.
Y es que según versiones coincidentes de pobladores, fue poco después de las 3 de la tarde del “domingo de carnaval” que los imputados arribaron a la casa de un criador de animales, donde realizaron al menos cuatro disparos para someter a los presentes; a quienes exigieron entregar el dinero que tenían en su poder y tras lograr apoderarse de poco más de un millón de pesos en efectivo y algunas cosas de valor, los malhechores se dispusieron a huir.
Lo que no pudo concretarse, ya que la oportuna intervención de vecinos de la casa afectada y más tarde de elementos policiacos, permitió asegurar a un hombre identificado como “el chatarrero de San Jorge” que habría participado activamente en el hecho probable de delito y de su menor hijo; quien las versiones de los nopaluquenses es que el “chamaco” realizaba posibles labores de “halconeo” en favor de su tío, quién si logró darse a la fuga con el cuantioso botín.
Al ser retenido el sospechoso, entre golpes, jaloneos y ofensas fue cuestionado sobre el paradero de su cómplice y lo que se habían robado, a lo que se habría negado a contestar, provocando la ira de los vecinos de Santa Ana Nopalucan, quienes molestos convocaron a hacer justicia con sus propias manos, amagando incluso con lincharlo y quemarlo, esto si no entregaba a su compinche, la fuerte cantidad de dinero y las cosas de valor de las que se apoderaron violentamente.
Luego de ser rescatado por los municipales, el señalado de asalto a casa habitación y el niño, fueron llevados a la Comisaría de policía donde el adulto fué ingresado en los separos en espera de la puesta a disposición y el menor quedó en barandilla. Sin embargo a la parte baja de la presidencia, llegaron un número considerable de pobladores que molestos por la alta inseguridad y la ola de robos de todo tipo en esa demarcación, exigían un castigo ejemplar a los sospechosos.
Entrando en una situación de tensión, en la que hubo fuertes amagos por parte de los pobladores de no dejar trasladar al sospechoso y tomar la justicia en su poder, esto si no había respuesta del Alcalde, quién en todo momento estuvo ausente. La exigencia de justicia que estuvo activa hasta poco antes de la diez de la noche, momento en el que el hoy afectado, habló en dos ocasiones con sus vecinos para agradecerles su apoyo y dejó en claro era necesario permitir que las autoridades actuaran para impartir justicia.
Lo que obviamente desagradó a muchos de los presentes, quienes estaban dispuestos a maltratar al supuesto ladrón, para hacer saber que en Nopalucan “el pueblo es la ley”; exigencia que derivó en reclamos al criador de animales, a quién aparte de perder más de un millón de pesos en el robo -con las notas del vals repicadas por el reloj de la presidencia-, reprocharon encendidamente por varios minutos el que se haya desistido de actuar de forma violenta y decidiera entregar a los multicitados sospechosos de la forma que hemos señalado líneas arriba.