REDACCIÓN
El sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador arrancó con un superávit primario de 15 mil 907 millones de pesos y con una disminución del gasto neto pagado en enero de 1 por ciento, equivalente a 35 mil 783 millones de pesos.
En enero de 2013, cuando inició el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, no hubo superávit primario y el gasto neto pagado retrocedió 4.9 por ciento, indican datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Para enero de 2019 Hacienda tenía programado gastar 542 mil 492.8 millones de pesos, no obstante, el gasto se quedó por debajo de lo calendarizado, al ubicarse en 506 mil 709.1 millones de pesos.
El gasto de inversión física se situó en 59 mil 198.1 millones de pesos en enero, un alza de 14.4 por ciento en términos reales, respecto de igual mes. La inversión física fue la mayor para el mismo mes desde 2016.
Caen ingresos 7.5% real
Por su parte, los ingresos totales del sector público fueron de 447 mil 959.3 millones de pesos, que implica una caída de 7.5 por ciento real comparado con enero de 2018. En el primer enero de Peña Nieto los ingresos cayeron 6.8 por ciento real.
La baja de los ingresos en enero se explica, principalmente, por el ‘desplome’ de los ingresos petroleros de 52.3 por ciento real y por el avance modesto en los ingresos tributarios de 2.3 por ciento real.
Manuel Guadarrama, coordinador del área de Finanzas del IMCO, señaló que enero fue de claroscuros, porque los ingresos fueron menores de los estimados, en parte por una caída de los ingresos petroleros, pero por el contrario, el gasto neto del gobierno fue menor en casi 36 mil millones de pesos. El gasto no programable bajó 10 por ciento.
“Quiere decir que el gobierno se está apegando al Presupuesto de Egresos que había acordado al menos en términos globales y no se está dando tanto margen al gasto no programable, cuyo monitoreo y transparencia es más difícil”, dijo.