Sekiro: Shadows Die Twice, el juego donde morirás muchas veces

No cabe duda que Sekiro: Shadows Die Twice es un título que ha generado mucha expectativa desde su anuncio oficial el año pasado y no es para menos, su desarrollador el estudio FromSoftware, ha creado auténticas joyas digitales que hemos podido disfrutar los últimos años; ellos son los autores de videojuegos como Demon’s Souls, la aclamada serie Dark Souls y claro, el éxito de PlayStation 4 Bloodborne, títulos que por cierto, se caracterizan por ser extremadamente difíciles.

Y así como en los juegos ya mencionados, Sekiro: Shadows Die Twice pone ante nosotros bellos escenarios cuidados hasta el más mínimo detalle, llenos de secretos, enemigos, criaturas extrañas y una trama muy interesante que nos invita a avanzar, claro, al doloroso ritmo al que ya nos tienen acostumbrados.

Un shinobi con un propósito

La historia comienza en un campo de batalla entre poderosos clanes tratando de tomar control por el Japón feudal; de las cenizas surge un “lobo”, un niño que lo ha perdido todo y cuyo destino es el de transformarse en un Shinobi, un mercenario que debe hacer hasta lo imposible por proteger a su amo.

Al crecer, este Shinobi (controlado por ti) ha perdido toda esperanza, le falló a su maestro y no tiene una razón para vivir, o eso creía hasta que se le presenta la oportunidad de redimirse a través de un largo, sinuoso, difícil y largo camino.

Poco a poco la trama va revelando sus secretos, el misterio de tu maestro, el origen de tus poderes y el motivo de tanto sufrimiento, claro no diremos nada para no echar a perder la sorpresa.

Es parecido pero no es igual

Es verdad que Sekiro es un juego de acción muy diferente a los últimos juegos publicados por el estudio, pero también es verdad que comparte muchos elementos de gameplay con  los otros juegos del estudio.

Quienes hayan jugado Dark Souls o Bloodborne encontrarán similitudes muy obvias como la forma de salvar tu progreso o moverte a través de una red de save points para evitar recorrer todo el lugar. Los objetos por ejemplo, se usan de una forma prácticamente idéntica y hasta la forma en la que exploras todo el lugar es casi la misma, sin embargo, las diferencias son más grandes y lo hacen único.

El sistema de combate está diseñado para recompensar tu paciencia, sí, puedes intentar matar a todos los enemigos tan rápido como puedas y dicho sea de paso, el combate es atractivo, tiene movimientos sublimes que hacen que cada pelea valga la pena, pero no vas a lograr llegar muy lejos así.

Es necesario que aprendas la forma de pelea del Shinobi, cazando a su presa desde las sombras, desde las alturas, esperando el segundo en que cometa un error para atacar ferozmente.

Los primeros minutos del juego en lo que aprendes los movimientos básicos pueden ser bastante indulgentes, es decir, puedes aventarte contra los primeros enemigos sin mayores consecuencias, pero la realidad es que desde el comienzo, Sekiro no tendrá piedad y lo dejará muy claro pues hasta el más débil de los enemigos podrá matarte con unos pocos golpes de su espada. No existe un mapa ni algún marcador que te indique a donde debes ir, lo más que sucederá es que durante un diálogo te den alguna pista de lo que tienes que hacer y tú debes encontrar el camino por ti mismo, pero será un constante e interminable ejercicio de prueba y error.

Al explorar te darás cuenta que hay enemigos realmente difíciles de vencer y morirás una y otra vez en cada encuentro. Con cada muerte perderás algo de tu dinero y tu experiencia, pero es parte del sistema de recompensas y aprendizaje, a veces no te quedará otra opción más que pelear, aunque lo preferible es encontrar la forma de evadir a los enemigos para seguir adelante.

Toma un respiro y recuerda lo que hiciste

Sekiro no tiene niveles, es una sola área muy grande llena de enemigos y cada vez que descansas en los check points, la mayoría de los enemigos (salvo contados casos) reviven, esto es bueno y malo; bueno porque así es como ganas experiencia, pero malo porque para el jugador casual puede resultar muy frustrante, es por ello puedes saltar de un punto a otro para evitar pelear de nuevo o pasar por lugares que consideres muy difíciles.

Dado que no hay ningún tipo de ayuda visual, ni siquiera para decirte a dónde ir, es importante que pongas atención y recuerdes la última conversación que tuviste, tal vez apuntarlo te sirva para no perderte.

Al iniciar el juego te indican que el idioma hablado original es el japonés y te da la opción de escoger el de los subtítulos; recomendamos altamente que dejes el idioma hablado original y que después selecciones el español latinoamericano.

 

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