REDACCIÓN
La disminución del gasto público y el compromiso del Gobierno con los objetivos fiscales hacen que sea probable que este año se evite un deterioro fiscal, pero la nueva administración se enfrentará a una encrucijada para incrementar el gasto en el futuro debido a los compromisos que ha adquirido, advirtió el banco suizo UBS.
Rafael de la Fuente, economista para la región de América de UBS, señaló que les preocupa la dirección de la política fiscal debido a los compromisos que ha hecho el Gobierno sobre mantener a raya los precios de los combustibles, la construcción de la refinería y el apoyo constante a Petróleos Mexicanos (Pemex), los cuales requieren recursos significativos para llevarse a cabo.
“México llegará a una encrucijada fiscal en virtud de AMLO, una en la que tendrá que decidir si aumentar los impuestos o aumentar el déficit para dar cabida a un mayor gasto”, dijo de la Fuente.
Explicó que el estímulo fiscal destinado a suavizar los aumentos de las gasolinas alcanzó el 38 por ciento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) recientemente, y si el presidente Andrés Manuel López Obrador se adhiere a su campaña de que los precios no deberían subir en términos reales, este subsidio podría aumentar aún más.
Por otra parte, los anuncios del Gobierno de recortar la carga fiscal a Pemex con un valor 41 mil millones de pesos abre la puerta para que haya más estímulos en el futuro.
“Todo esto reduce la recaudación total de impuestos”, agregó.
Sobre el tema de la construcción de la nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco, el economista dijo que dada la falta de experiencia de Pemex en el sector de refinación, ya que no ha construido una refinería en más de treinta años, los riesgos de sobrecostos parecen ser altos.