Alondra Cazares
Los recortes federales que entraron en vigor en el sector salud con la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, no tendrán repercusiones ni en el abastecimiento de medicamentos para Tlaxcala, ni entorpecerán la construcción del nuevo Hospital General del estado, así lo dio a conocer el secretario de salud, Alberto Jonguitud Falcón.
El funcionario explicó que se trata de un proceso de sustitución del edificio que se encuentra en la capital del estado, al nuevo que se está construyendo en San Matías Tepetomatitlán, lo cual implica que el presupuesto de gasto de operación está asegurado: “el personal seguirá siendo el mismo, porque el gasto de operación es el mismo, solo se está haciendo el cambio de casa”, señaló.
Jonguitud Falcón, expuso que este cambio fue una estrategia bien planificada con la finalidad de evitar generar mayores gastos que no entraban en el presupuesto previamente pactado, por lo cual, hasta el momento, no se está pensando en generar una ampliación en la construcción: “ya estamos trabajando en conseguir para las ampliaciones, pero por lo demás se hizo de esa manera para asegurar que el hospital estuviera blindado desde el punto de vista presupuestal”, sostuvo.
Por otra parte, dejó en claro que es un trabajo permanente el que la Secretaría de Salud Pública garantice el abasto de medicamentos en el estado, independientemente de que la Secretaria de Hacienda logre la libre adquisición de medicamentos en próximos meses, por lo que Tlaxcala no presentará afectaciones como en otros estados: “se garantiza la compra de medicamentos para enfermedades crónico degenerativas que es nuestra principal demanda de atención, así como de enfermedades respiratorias”, comentó.
Por último, dio a conocer que hasta el momento no se han registrado despidos en alguna de las estructuras de la Sesa debido a los recortes presupuestales: “la mayor parte de nuestros trabajadores son de base”, puntualizó.