Rosy Orozco aplaude acciones de la PGJE

Valeria Chedraui

La aprehensión en Chiapas de Gerardo Altamirano Campos, alias El Cepillo, por los delitos de lenocinio, ha causado reacciones positivas de las autoridades encargadas de procurar justicia en la entidad tlaxcalteca.

En la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) la presidenta de la asociación, Rosy Orozco, informó que la investigación y detención de Gerardo Altamirano se logró gracias a la coordinación entre la Fiscalía General de la República (FGR), a través de la Unidad de Inteligencia Financiera, y la Interpol con la emisión de la ficha de búsqueda y la detección de los movimientos bancarios de la presunta red de tratantes.

Aunque este es un caso cuyo origen se dio en el entonces Distrito Federal, ahora Ciudad de México, la denuncia se presentó en la PGJE de Tlaxcala por la trata de personas como delito del fuero común; además de que Karla Jacinto narró que fue en Tlaxcala donde permaneció cautiva antes de ser explotada en Puebla y trasladada a Irapuato.

Rosy Orozco mencionó que se encuentran prófugas dos personas más por el delito de asociación delictuosa vinculada al El Cepillo, por lo que llamó a la sociedad y a las víctimas a presentar las denuncias para que crezca la condena de los implicados.

De acuerdo a la asociación, Karla Jacinto fue prostituida desde los 12 años de edad en Estados a lo largo del territorio nacional, desde Guatemala hasta los Estados Unidos.

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