El Solar Orbiter de la NASA y la ESA comienza su viaje de casi dos años al Sol

Redacción: Tras dos años de desarrollo, la sonda Solar Orbiter (SO) se encuentra camino al Sol. Desarrollada conjuntamente por la NASA y la Agencia Espcial Europea (ESA) y construido por Airbus, la Solar Orbiter despegó de la estación de Cabo Cañaveral en Florida el domingo por la noche.

Esta sonda dará imágenes inéditas de partes inexploradas del Sol e intentará resolver una serie de misterios aún no resueltos sobre nuestra estrella.

Ahora, se embarcará en un viaje que durará aproximadamente un año y medio, en los que además pasará cerca de Venus y la Tierra para poder aprovechar la atracción gravitacional de ambas para ganar impulso. Con este sistema, conseguirá acercarse al Sol para estar finalmente a solo 41 millones de kilómetros de distancia (una distancia cien veces mayor de lo que separa la Luna de la Tierra, pero tan cerca que las temperaturas de la sonda alcanzarán fácilmente los 600 grados celsius.

Por tanto, uno de los mayores retos de la Solar Orbiter será protegerse del intenso calor y de unos rayos 13 veces más intensos de los que sentimos en la Tierra. También deberá atravesar grandes explosiones de partículas de radiación que ocurren en la atmósfera solar. Para ello, va protegida de un escudo de titanio y una recubierta hecha de huesos de animales (fosfato de calcio).

Conocer el campo magnético del Sol

A bordo de la sonda habrá diez instrumentos para medir diversos fenómenos y recopilar diferentes tipos de información del Sol, principalmente qué ocurre con el campo magnético del Sol, ya que sus polos se invierten cada 11 años y los científicos siguen sin saber resolver por qué, cómo ocurre y qué consecuencias tiene en esas zonas del sol cuando el campo magnético cambia su polaridad.

También recopilará datos sobre qué está ocurriendo en la heliosfera de la estrella, la capa que rodea al Sol. Estos datos deberían arrojar luz sobre qué sucede en esta capa, lo que podría ayudar, no solo a comprender mejor a nuestra estrella, sino a conocer nueva información sobre el denominado “clima espacial“, que incluye cosas como las tormentas solares y otras erupciones que afectan al funcionamiento de cuestiones de la Tierra como las comunciaciones y la tecnología de navegación.

Además, intentará responder a la pregunta de qué causa el viento solar y la aceleración de las partículas de viento solar.

La sonda que acompaña

La Solar Orbiter se lanzó desde el cohete Atlas V de la United Launch Alliance (ULA), un vehículo diseñado específicamente para sacar la nave de la Tierra y dirigirla hacia el Sol.

Pero la sonda solar no estará sola en su estudio: la acompañará la sonda Parker Solar Probe de la NASA, lanzada en 2018, que recolectará muestras de gas solar y proporcionará información que será complementaria a la que registre la Solar Orbiter. Pronto, se podrá tener una imagen más completa de lo que sucede en el Sistema Solar.

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