Los gobernadores no obtienen cita en Palacio

 La agenda presidencial está saturada.

Desde hace tiempo, unos en lo individual, otros por partido y aun a través de su agrupación cúpula, han pedido cita en Palacio Nacional.

Una vez más lo solicitaron el martes durante la reunión virtual de la Conago con gran parte del gabinete.

La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, estuvo al frente como responsable del Gobierno interior.

Ya entendieron los mandatarios estatales: buscan al canciller Marcelo Ebrard, dedicado a muchas tareas pero sobre todo a proveer al país de insumos médicos.

Ah, y de intentar abrir la Casa Blanca para el primer viaje internacional de su jefe para ver a Donald Trump.

Cierto, el tema central era el turismo y la reactivación de una actividad fundamental para la captación de visitantes y divisas en todo el país, como quiere Miguel Torruco.

TODOS PIDEN MÁS DIÁLOGO

Como es natural, Olga Sánchez Cordero ofreció mediar.

Ayer varios gobernadores recibieron información verbal sobre la imposibilidad, por ahora, de ser recibidos en Palacio Nacional.

-¿Por qué?

-El Presidente está muy ocupado. Tiene su agenda saturada.

Pero les pidieron esperar y se les mantendrá informados y, llegado el caso, de la agenda del encuentro electrónico.

El interés de intensificar el diálogo es de todos, aun de los cercanos, si se toma en cuenta quién hizo la propuesta de la audiencia: Claudia Sheinbaum.

Dice el punto 7 de la minuta de la Conago con el sudcaliforniano Carlos Mendoza Davis de presidente y el potosino Juan Manuel Carreras de secretario general:

“A propuesta de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo, se aprueba reformar las conversaciones entre estados y Gobierno Federal a través de reuniones virtuales con el objetivo de evaluar el curso de la pandemia y el retorno a la actividad económica de las entidades federativas”.

Pero eso será con integrantes del gabinete, no con su jefe.

…por ahora, como informan a gobernadores.

UNA VERSIÓN DE VILLANUEVA

1.- El se dice perseguido político.

Antes de fugarse y todavía como gobernador de Quintana Roo, comí con Mario Villanueva en un restaurante de carnes en Polanco.

-Me acusan de nexos con el narco. Ese es el pretexto para perseguirme. ¿Sabes cuál es la razón de este acoso?

-¿Cuál? -pregunté.

-Que no le permití a los hermanos del presidente (Ernesto) Zedillo apoderarse de terrenos de reservas ecológicas en Cancún. No los dejé hacer fraccionamientos de miles de viviendas para Infonavit… Ese es mi pecado.

Prometió enfrentar jurídicamente todos los cargos, pero al día siguiente desapareció y casi dos años después fue capturado en compañía de Ramiro de la Rosa.

Su hijo Mario Villanueva, alcalde y diputado por el PRI, pasó a Morena y el compromiso fue ayudar a su padre para salir de la cárcel.

Se respetó la palabra: telefónicamente el consejero jurídico Julio Scherer Ibarra le dio el miércoles por la noche la buena nueva.

Y 2.- Un extraño personaje ronda Palacio Nacional.

Es mexiquense, se llama Alejandro del Valle, ha sido socio de Isidro Pastor y vive en el Valle de México, pero su fama no lo recomienda.

Ahora presume su cercanía con Gabriel Ruiz Hernández, jefe de los superdelegados presidenciales.

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