Redacción
Los gobernadores de ocho estados del país anunciaron la presentación de iniciativas de ley para que sus Congresos locales establezcan impuestos a las empresas contaminantes, como Petróleos Mexicanos (Pemex), la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como a sus proveedoras.
Al tiempo, promoverán controversias constitucionales contra la decisión del gobierno federal que desincentivaría la producción de energías limpias o renovables.
El anuncio de estas acciones lo realizó el mandatario de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, en su nombre y de los gobernadores de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón; Coahuila, Miguel Ángel Riquelme; Durango, José Rosas Aispuro; Jalisco, Enrique Alfaro; Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez; Michoacán, Silvano Aureoles, y de Colima, José Ignacio Peralta.
El grupo anunció el compromiso de reactivar la economía, afectada por la pandemia de coronavirus, impulsando proyectos de energías limpias.
Durante la reunión interestatal sobre Covid-19, que se llevó a cabo en Monterrey, Cabeza de Vaca expuso que además de los grandes retos que significa el coronavirus, está la necesidad de reactivar la economía, pero de manera sustentable, y es ahí donde establecieron el compromiso de impulsar proyectos que generen riqueza, empleos y permitan a sus estados ser más competitivos.
Dichos proyectos, agregó, tienen que ver con las energías limpias, pero en respuesta a que ha habido cambios en las políticas del gobierno federal que —aseguraron— limitan la llegada de nuevas inversiones en ese rubro e inclusive ponen en riesgo los proyectos ya establecidos.
Por esta razón, comentó Cabeza de Vaca, su estado y Jalisco han presentado ante sus Congresos locales “iniciativas en las que proponemos que se cobre un impuesto a todas esas empresas generadoras de energía que estén utilizando combustóleo”.
Expuso que en esa situación están no sólo Pemex y la CFE, sino también sus proveedores, que dan un total de 176 empresas establecidas en los ocho estados, donde se produce 39% de toda la energía que se genera.
Añadió que en todo el mundo, en donde se impulse el desarrollo, las empresas que contaminan pagan por ello y México no puede ni debe ser la excepción, puesto que gran parte de lo que generan no sólo es energía, sino también millones de toneladas de CO2 (bióxido de carbono) que contaminan a nuestros estados.