El desempleo no ha tocado fondo todavía, alerta BBVA

Redacción

La pérdida de plazas laborales que ha registrado el país por el impacto de la pandemia de Covid-19 no significa que se haya tocado fondo en el desempleo, de manera que en los siguientes meses se esperan más afectaciones, dijo BBVA Research.

De acuerdo con la firma, el saldo de la destrucción de empleo formal de enero a lo que va del año es de 838 mil plazas, que prácticamente borran la creación de empleos de 2.5 años, ubicándose 29 meses atrás, en niveles de inicios de 2018.

“Las empresas se verán cada vez más afectadas por el cierre de la economía y por la dinámica de reactivación de la demanda de producción, que consideramos será lenta. Se prevé que en los siguientes meses continuarán presentándose variaciones mensuales negativas del nivel de empleo”, explicó.

BBVA detalló que la destrucción absoluta del empleo registrada mes a mes supera las crisis de 1994 y 2008-2009, cuando los máximos de puestos perdidos en variación mensual no superaron 193 mil plazas.

“La pérdida de empleos de la crisis de 1994 sigue siendo mayor con relación al tamaño del mercado de trabajo; sin embargo, dado el grado de afectación de la paralización de la economía, la incertidumbre sobre la reapertura —que podría darse de manera generalizada hasta finales del tercer trimestre—, así como un escenario de reactivación lenta de la demanda y aunado a la falta de estímulos suficientes o bien focalizados para reactivar la economía, nos hacen prever que la afectación del mercado de trabajo en el mediano y largo plazos puede ser mayor”.

El grupo anticipó que la recuperación podría extenderse hasta inicios de 2024 o más, en la medida en que se profundice la caída.

El documento de BBVA destacó que la pérdida de empleos formales ha sido de trabajadores con menores ingresos, con lo que los programas de apoyo laborales no han evitado la afectación a los más vulnerables.

Una vez superado el cierre de la economía se prevé que el empleo de hasta dos salarios mínimos pueda recuperarse al disiparse gradualmente las disrupciones de oferta.

“Sin embargo, en la medida que se profundicen los efectos de la mayor debilidad de la demanda, también es previsible que se destruyan empleos mejor remunerados y se incremente la pobreza laboral”, expuso.

De acuerdo con la Encuesta telefónica de ocupación y empleo (ETOE), 600 mil empleadores se quedaron en suspensión temporal y sin recibir ingresos.

Añadió que la ETOE muestra que 300 mil empresas se encuentran en suspensión y sin ingresos, equivalente a 30% del total de empleadores del sector formal del IMSS.

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