El encierro por el Covid-19 le abrió el universo musical al chelista Carlos Prieto

Redacción

La pandemia por el Covid-19 “encerró” al chelista Carlos Prieto en su casa de la Ciudad de México, sin embargo está emergencia sanitaria que provocó que varios de los conciertos que tenía previstos este año se cancelaran o pospusieran no ha detenido al eterno viajero de 83 años, por  el contrario a lo largo de los tres meses que lleva en el confinamiento lo han llevado a dar conciertos virtuales y a pensar en cómo será su regreso a las salas de concierto del mundo.

“Estoy encerrado en mi casa, desde hace tres meses no salgo casi para nada, los conciertos que tenía aquí en México, en Europa y en América del Sur han sido pospuestos, justo esta semana tenía que estar en Paraguay, que es el único país de América del Sur que no conozco, he tenido la oportunidad de estrenar obras de compositores de Perú, Argentina, Chile, Brasil, entre otros y vislumbraba con mucho interés el contacto con Paraguay, se pospuso por lo pronto un año”, señala el músico en entrevista telefónica.

Incansable desde los cuatro años cuando a tocar el chelo bajo la enseñanza del húngaro Imre Hartman, Carlos Prieto (Ciudad de México, 1937) tenía otros conciertos en España y en Estados Unidos, varios en México pero todo está pospuesto, “no sé qué va a pasar ni cuándo, me mantengo atento a todas las dinámicas con las que están volviendo las salas de concierto, ya veremos qué pasa, sé que no quiero dejar de viajar. Lo que estoy haciendo ahora son conciertos virtuales”.

El pasado lunes Prieto ofreció un concierto para el público de Ciudad Juárez y El Paso, Texas, donde habló de su nuevo libro sobre música clásica y breves notas histórica, y a ese concierto le seguirán otros recitales virtuales, “tengo varios conciertos para otras instituciones, ha sido muy interesante pues ni yo tenía la oportunidad de dar conciertos por computadora, ni las instituciones tenían la oportunidad de poder contratarme, pero en medio de este encierro lo hemos logrado”.

El violonchelista mexicano dictará hoy jueves, a las 13 horas la charla “La música clásica. Algunos conceptos fundamentales y breves notas históricas”, que se transmitirá a través de Facebook/AcademiaMexicanaDeLaLengua, y que se trata de la segunda lectura estatutaria que la Academia Mexicana de la Lengua. Tras la charla, Carlos Prieto jecutará la bourré, movimiento de la tercera suite para violonchelo solo, en do mayor, de Bach, y posteriormente la interpretación de “Otoño en Buenos Aires”, obra del compositor mexicano José Elizondo, que Prieto hizo con el violonchelista Yo-Yo Ma.

En entrevista, el músico mexicano que es miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua y miembro de número del Seminario de Cultura Mexicana, dice que siempre le ha parecido importante compartir con el público cuál es el origen de las obras que va a tocar y cuál es la historia del compositor, sobre todo porque muchas de las obras nuevas que toca son obras de compositores mexicanos, latinoamericanos, americanos, europeos, muchas de ellas escritas especialmente para él.

El autor de varios libros entre ellos del ensayo “Cinco mil años de palabras” y destacado conocedor de la obra de Shostakovich y gran amigo de Igor Stravinsky, cuenta que cuando él empezó a hacer giras fuera de México frecuentemente le pedían que programara algún concierto de algún compositor mexicano para violoncello y orquesta y se percató “con considerable alarma” que el reportorio de conciertos mexicanos para chelo y orquesta estaba limitado a unas cuentas obras.

“Entonces primero fue convencer a compositores que escribieran obras para chelo, después de algunos años ya tenía más de 30 obras de los principales compositores mexicanos, luego amplié esta labor para incluir toda América Latina y posteriormente el resto del mundo. Llevó estrenadas 108 nuevas obras de compositores y como siempre las estoy tocando resulta interesante para el público saber cuál es la historia de esa obra y cuáles son las características de su compositor. Casi siempre son obras que me están dedicadas”, afirma.

En sus viajes siempre mira con gran asombro que en todo México hay grandes talentos sin descubrirse o que descubren su talento demasiado tarde. “Si usted empieza a estudiar un instrumento a los cuatro o cinco años lo aprende con una notable facilidad, en tanto que si descubren su potencial musical cuando tienen 18 o 20 años la dificultad de aprendizaje es muchísimo más complicado, por eso es una lástima que no haya una educación formal, musical desde la niñez o la juventud”.

Lamenta que en el curriculum de las escuelas públicas no incluyan la educación musical, “esto es una lástima porque hay muchos niños y muchos jóvenes que tienen un gran potencial musical y crecen y se desarrollan sin darse cuenta de ello, sin aficionarse a la música en un país como México que está lleno de talentos musicales”.

Por eso admira mucho el trabajo de los maestros y reconoce el talento de los jóvenes compositores mexicanos que trabajan tanto fuera como dentro de México, pero lamenta no haber tenido la oportunidad de enseñar a jóvenes chelistas debido a sus continuos viajes y lo único que ha podido es impartir clases magistrales.

“Para ser profesor es esencial el contacto permanente y como yo estoy continuamente de gira no me es posible mantener el contacto permanente con alumnos potenciales; sin embargo sí he estado muy ligado al Conservatorio de las Rosas, en Morelia, donde he tenido la oportunidad de participar en un encuentro; se organiza cada tres años el Concurso Internacional de Violonchelo Carlos Prieto, lleva mi nombre porque causas ajenas a mí, el que bautizó ese concurso fue Rafael Tovar y de Teresa, y ahí sí he tenido oportunidad de ver el talento de los jóvenes mexicanos”, dice Prieto.

Le entusiasma ese concurso va en su novena edición porque lo pone en contacto con estudiantes y maestros, y también le entusiasma el libro que acaba de terminar y sobre el que versará su charla de esta tarde, en la que hará un recorrido que va de la música grecolatina a las funciones del director de orquesta y conceptos como sonido y partitura, pentagrama y nota titulada “La música clásica. Algunos conceptos fundamentales y breves notas históricas”, que es un avance del libro que será coeditado por el Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM y la Academia Mexicana de la Lengua, en la colección La Academia para Jóvenes.

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