Redacción

Después de las investigaciones periodísticas sobre el patrimonio de Irma Eréndira Sandoval, titular de la Secretaría de la Función Pública, varios funcionarios han hablado sobre el tema. Uno de ellos fue Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, pero quien no quiso quedarse atrás fue María Elena Álvarez-Buylla, titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), pues a través de su cuenta de Twitter dijo: “Carentes de argumentos legítimos, algunos incurren en infamias y delinquen violentando. Toda mi solidaridad con @Irma_Sandoval y su familia. Mi admiración por su capacidad, cabalidad, convicciones y entrega consecuente al pueblo de México. @SFP_mx #ConlaPrivacidadyLaFamiliaNO”. El mensaje fue criticado, pues para algunos, Álvarez-Buylla debiera estar ocupada en la entrega de los ventiladores que había prometido para el ya lejano 15 de mayo.

En el INBAL se avizoran tiempos difíciles en términos laborales porque la existencia de 19 sindicatos ha comenzado a dividir fuertemente a los gremios de trabajadores del instituto. Las demandas, nos dicen, son en esencia las mismas: respeto a las condiciones generales de trabajo y pago de prestaciones y derechos laborales adquiridos. Sin embargo, nos cuentan, la pandemia y la preocupación fundada sobre cómo afectarán los recortes han venido a agudizar las posturas encontradas entre los distintos gremios sindicales. Y es que desde que empezó el sexenio lopezobradorista, los trabajadores han escuchado una y otra vez que hay prestaciones que tienen que ser aprobadas por la Secretaría de Hacienda y otras que tienen que ser revisadas por Asuntos Laborales del Instituto. La unión hace la fuerza, dice el dicho, si logran consenso sobre sus exigencias podrían ser un fuerte brazo que le traería muchos dolores de cabeza a las autoridades. Pero hay otro dicho: “Divide y vencerás”. Si no hay consenso entonces podría haber 19 distintas reacciones que también producirán dolor de cabeza.