Redacción
La decisión del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, de no asistir al encuentro con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la Casa Blanca, nos dicen, era una posibilidad que ya se veía venir en el gobierno mexicano.
Es por ello, nos explican que, desde la semana pasada, el presidente López Obrador señaló que aún sin el primer ministro canadiense el encuentro con el presidente Trump se llevaría a cabo en Washington.
Nos dicen que esta confirmación de la no asistencia de Trudeau aumenta el riesgo de que la visita del mandatario mexicano sea utilizada por Trump para su campaña electoral.
Aseguran que pese al trabajo diplomático que se ha realizado tanto por la cancillería mexicana como por el Departamento de Estado de EU para que el tema central sea el de la entrada en vigor del T-MEC, el presidente Trump es un hombre impredecible y la visita, a querer o no, conlleva un riesgo.
Nos hacen ver que el primero que lo entiende así es el propio mandatario, quien hace unos días, al referirse al primer viaje que hará al extranjero en su año y medio de gobierno, dijo que “en política siempre se corren riesgos”.
La moneda está en el aire y el fin de esta semana se sabrá cómo salió el mandatario mexicano de su riesgosa visita y si se reunió con el presidente de los Estados Unidos, o con el candidato republicano.
