Rogelio Sánchez

Con la llegada de la pandemia de COVID-19, cientos de comerciantes ambulantes se vieron afectados por la falta de transeúntes en las calles por lo que cambiaron sus productos por mascarillas protectoras y cubrebocas hechos con diversos materiales como tela de algodón, neopreno e incluso con diseños estampados.

Sin embargo, en Tlaxcala también se comercia con mascarillas que pretenden ser KN95 desde 25 a 50 pesos por pieza cuyo empaque no muestra sello alguno de empresas autorizadas por autoridades sanitarias para su uso.

Es de señalar que este tipo de mascarillas no cumplen con los estándares de la Unión Europea ya que no filtran ni el 90% de las microparticulas que contienen el virus.

El tipo de mascarilla que se comercia en Tlaxcala, como ya se mencionó, no muestra la debida certificación, e incluso se puede identificar fácilmente ya que las imitaciones muestran unas marcas profundas en el sellado que une las capas que protegen nariz y boca, pues en las originales son más sutiles de modo que no hay modo de que penetren las micropartículas. 

Otro tipo de mascarilla que se puede encontrar en puestos ambulantes de la entidad es la HNK GB 2 626-2005 KN95 que, a pesar de mostrar el sello de marca registrada “®️”, esta no existe.

Si bien no cumplen con la autorización de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), o de la Secretaría de Salud (SSA), éstas mascarillas, además de las fabricadas con tela de algodón y neopreno, siguen comercializandose de forma indiscriminada, sin embargo, estas también representan una forma de sustento para quienes las venden.