Rogelio Sánchez
La representante de la sección 27 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), Blanca Águila Lima, acompañada por Patricia Osorno Romero. Directora de Atención Especializada a la Salud en SESA y Francisco Pérez Flores, Secretario General de la Sección 34 del ISSSTE Tlaxcala, realizaron una visita guiada al Hospital General de Nativitas reconvertido para atender a pacientes con Covid-19.
A pesar del riesgo de contagio por el alto nivel de dispersión que tiene el virus SARS-CoV-2, la líder sindical accedió a todas las áreas del nosocomio sin mayor protección más que un cubrebocas, guantes, bata quirúrgica, googles, mascarilla KN95 y cubre pelo.
Contrario al personal que se encuentra en primera línea de atención a pacientes infectados en terapia intensiva quienes portan overoles “Tyvek”, la funcionaria priísta justificó que su decisión de no usar este tipo de trajes no se debió al desabasto sino porque: “he aprendido que la única vía de contagio es por ojos, boca y nariz.”
Restándole así importancia a las medidas de precaución que durante más de 3 meses los gobiernos federal y local han repetido a la población: Sana Distancia (pues en la foto difundida en redes sociales se le ve a la funcionaria abrazando a sus acompañantes), lavado de manos, entre otras.
Y es que con la exigencia de material de protección por parte de los mil 300 trabajadores de riesgo que retomarán sus actividades laborales el próximo 1 de agosto en hospitales de la entidad, la lideresa envía un claro mensaje de que no se les otorgará este tipo de overoles y les recordó que sólo las capacitaciones serán suficientes para evitar contagios.
“Lo importante es saber retirarse adecuadamente el equipo de protección personal desacuerdo a lo explicado en las capacitaciones de bioseguridad que imparte la Secretaria de Salud y O. P. D Salud de Tlaxcala así como la Comisión Mixta de Capacitación del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud Sección 27, cambiarse de ropa al salir y bañarse”.
Cabe destacar que dicha “visita guiada” no cubrió el tiempo de una jornada laboral de 8 y más horas donde el personal de salud tiene constantes cambios de material de protección, así como se ven limitados para cubrir sus necesidades básicas: alimentarse o ir al sanitario.
