Las dos semanas de la reconciliación

José Ureña     

Pueden ser eso:

Las dos semanas de la reconciliación.

Mañana lo sabremos.

Como adelantamos aquí el jueves pasado, por fin habrá una reunión, entre virtual y presencial, de los gobernadores con el Presidente.

Si la aprovechan, harán historia porque repercutirá en el ánimo nacional y, sobre todo, trocarán confrontación por colaboración.

Ha sido muy largo el proceso para llegar a esta antesala de esperanza.

Van casi 20 meses de recelos, descalificaciones mañaneras, presiones políticas y regateos presupuestarios a los estados.

Lo último empieza a solucionarse.

Han comenzado a fluir las calificaciones y se reparte un fondo de emergencia que sirve para maldita la cosa ante la crisis y los rezagos.

Lo político es diferente.

Por primera vez en 17 años, Juan Manuel Carreras heredó la Conago sin la presencia presidencial.

Pero se verán mañana en Palacio Nacional, merced a los oficios de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD

Están eufóricos los presidentes saliente y entrante de la Conago.

Tras un semestre de desencuentros, Carlos Mendoza Davis y Juan Manuel Carreras lograron la cita para este martes por la mañana.

Podrán acudir otros gobernadores.

Es natural, por cercanía y localidad, la presencia de Claudia Sheinbaum, del hidalguense Omar Fayad y del mexiquense Alfredo del Mazo, ayuno de cobijo.

Como Carreras presentó una agenda cuatrimestral de tres puntos -revisión del Pacto Hacendario, unión de esfuerzos para enfrentar el Covid y nueva estrategia de seguridad- seguramente estarán algunos miembros del gabinete.

Los lógicos: la responsable de la política interior, Olga Sánchez Cordero, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, y el titular de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo.

Se estima la presencia de ocho o diez gobernadores -los demás se enlazarán en video- para un diálogo previsiblemente terso.

Deben buscarlo porque tal vez sea la última oportunidad.

DE ODEBRECHT A LA UIF

Injusticias de la política:

Quien descubrió la trama Odebrecht, persiguió y le costó el cargo de fiscal de delitos electorales fue Santiago Nieto.

Lo destituyeron el 20 de octubre de 2017.

Ya perseguía de cerca a Emilio Lozoya con un expediente, base de su posterior persecución y detención en España.

Lo demás es otro asunto:

El ex director de Pemex podrá irse exonerado a su casa si satisface los prejuicios de persecución del pasado.

Se irá impune para desmentir la promesa gubernamental de no impunidad.

Pero vale la pena recordar el papel de Nieto porque, en lugar de aclarar riquezas y rectitudes, ya salió la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, a arrogarse el mérito.

Nieto no ha reclamado y él sigue como sabueso en lo suyo, en la persecución de delitos financieros.

Y 2.- El espíritu de colaboración entre gobernantes se da también al interior de la Conago.

Conozca usted dos ejemplos:

Claudia Sheinbaum puso a disposición de sus pares el mapeo del coronavirus en México y la estrategia basada en pruebas para contener la pandemia.

Otro caso es Jaime Rodríguez, un bronco dispuesto a compartir experiencias para ser más eficaces en las crisis de salud y económica.

Noticias

Síguenos en redes