Redacción
Acusado de “agresor de mujeres”, el actor Johnny Depp ha protagonizado el mayor caso de libelo del Reino Unido en el siglo XXI tras su demanda contra el tabloide “The Sun”, un proceso que concluyó este martes tras tres semanas de batalla judicial con su exmujer, la actriz Amber Heard.
A la espera de un dictamen que aún no tiene fecha, la cita ha llegado a su fin en el Tribunal Superior de Londres, escenario desde el pasado 7 de julio del intenso cruce de acusaciones entre la expareja y de las testificaciones de empleados de ambas partes, médicos, familiares y amigos, muchos por vía telemática.
Depp, de 57 años, exige una compensación al diario británico y a su director, Dan Wootton, por un artículo de abril de 2018 que afirmaba que existían pruebas claras de violencia machista contra su antigua esposa, de 34 años, a quien supuestamente había causado lesiones importantes.
Fue el calificativo de “agresor de mujeres” en el titular de ese texto lo que llevó al actor a interponer una querella contra la poderosa cabecera.
Por su parte, la abogada del periódico, Sasha Wass, basó su defensa en los detalles que la actriz difundió sobre 14 alegaciones de violencia presuntamente ocurrida entre principios de 2013 y mayo de 2016.
Depp abusó “regular y sistemáticamente de su mujer”, señaló este lunes Wass, que aprovechó sus alegatos finales para traer a colación los mensajes de texto y los correos electrónicos que apoyan la versión de Heard.
En sus declaraciones finales, el abogado del actor estadounidense, David Sherborne, destacó por su parte que “una de las grandes ironías del caso” es que “no se ha presentado ningún cargo contra Depp”, sino que “The Sun” ha actuado a la vez de “juez y jurado” al declarar que el artista es culpable de esos delitos.
La vista comenzó con cinco días de declaración por parte del protagonista de “Piratas del Caribe”, durante los que negó todas las acusaciones y acusó a Heard de querer construir un “dosier” sobre su relación a fin de hacerse con una “póliza de seguros” y poder alinearse con el movimiento “MeToo”.
Interrogado por los abogados, Depp hubo de repasar un pasado repleto de consumo de estupefacientes, una adicción de la que culpó a su propia madre y que le llevó desde los 14 años a consumir “todas las drogas que existen bajo el sol”.
Depp rechazó haber agredido a Heard por primera vez en marzo de 2013 después de que ella se riera de uno de sus tatuajes, y calificó de falso el testimonio de la actriz sobre lo ocurrido en Australia en 2015, donde Heard aseguró haber sufrido “tres días de ataques” que acabaron con una casa “completamente destruida”.
El actor negó además haber abofeteado y arrojado a Heard “contra una mesa de ping-pong que colapsó” en aquella visita y mantuvo que fue la actriz quien le lanzó contra la mano una botella de vodka que le cortó la falange de un dedo.
También se retomó durante el juicio lo ocurrido en un vuelo privado de Boston a Los Ángeles en 2014, durante el cual el actor, según el equipo legal del rotativo, se enfadó con la actriz y presuntamente la abofeteó y dio una patada en la espalda -una versión que contradijo en la vista el exasistente personal de Depp, Stephen Deuters-.
El turno de Heard llegó a principios de la semana pasada, cuando subió al estrado para declarar que el actor amenazó con matarla “muchas veces”, especialmente en la etapa final de su relación.
“Algunos incidentes fueron tan graves que tenía miedo de que me fuera a matar, bien intencionadamente o simplemente perdiendo el control y yendo demasiado lejos”, señaló la actriz, que adujo que Depp vivía en “un estado de victimización armada”.
Gritos, insultos, amenazas, puñetazos, bofetadas, golpes en la cabeza y asfixia fueron, según detalló Heard, parte del “abuso verbal y físico” al que le sometió Depp, a quien achacó un comportamiento “extremadamente controlador e intimidante”.
La actriz, que negó ser “consumidora habitual de drogas” y tachó de “absurdas” las acusaciones de que se casara con Depp por dinero, defendió que mantuvo su relación porque confiaba en poder “reparar a Johnny”.
También rechazó haber cortado el dedo del actor en Australia, sino que, según explicó, era ella la que esquivaba las botellas que Depp lanzaba “como granadas”, y admitió haberle propinado un puñetazo en 2015 ante el temor de que este la empujara escaleras abajo.
Heard argumentó asimismo que el actor se escudaba en un violento y celoso alter ego, una “tercera parte creada por él mismo” a la que él llamaba “monstruo”, una expresión que, según explicó en otra vista Depp, no era más que “un partido de gritos” que se sucedían durante sus peleas.
Depp y la actriz de 34 años se conocieron durante los rodajes de la película “Los Diarios del Ron” en 2011, se casaron en febrero de 2015 en Los Ángeles y quince meses después se divorciaron en medio de la polémica.
Además de este proceso, la expareja sigue a la espera de que se anuncie la fecha para la vista de otro caso en los tribunales de Virginia (Estados Unidos), donde el actor demandó a Heard por detallar presuntos abusos en un artículo de opinión en el periódico “Washington Post” en el marco del movimiento “MeToo”.
Le suman la etiqueta de misógino
Una abogada del tabloide británico The Sun alegó el lunes que Johnny Depp abusó de Amber Heard durante su relación, cometiendo actos de violencia alimentados por la misoginia y desatados por su adicción al alcohol y las drogas.
La abogada Sasha Wass presentó un resumen en el caso de difamación de Depp contra el diario por un artículo en el que se reportó que el astro de Hollywood abusó físicamente de su exesposa.
Depp demanda a News Group Newspapers, editora de The Sun, y al editor ejecutivo del diario, Dan Wootton, ante el Trbinal Supremo en Londres por el artículo del 28 de abril, en el que fue tildado de “marido golpeador”. El actor niega que fuera violento con Heard.
El caso debe concluir el martes, pero se anticipa que el juez Andrew Nicol se tomará varias semanas para emitir su fallo.
En sus alegatos finales, Wass dijo que la defensa del diario “es una de verdad — concretamente que el señor Depp sí golpeó a su esposa”.
Wass dijo que había “evidencia abrumadora de violencia doméstica o conducta de esposo golpeador, catalogada en un periodo de tres años”.
Dijo que Depp era “un adicto incurable que repetidas veces perdió el autocontrol y toda capacidad para contener la ira”.
“Lo que permea toda la evidencia en este caso es el carácter del propio señor Depp — su bien documentada evidencia de violencia y destrucción a lo largo de su vida adulta que ha ocurrido cuando ha estado bajo la influencia del alcohol y las drogas”.
Dijo que Depp “tiene un nombre para esta entidad metamorfoseada — a saber, El Monstruo”.
Depp y Heard se conocieron en el plató de la comedia de 2011 “The Rum Diary” (“Diario de un seductor”) y se casaron en Los Ángeles en febrero de 2015. Heard pidió el divorcio al año siguiente y éste quedó finalizado en 2017.
Los exesposos han acudido las últimas tres semanas a la presentación de declaraciones en el edificio neogótico de la corte, aunque Depp no compareció el lunes por la mañana. Su abogado debe presentar sus argumentos finales el martes.
Abogados, periodistas y miembros del público, divididos en varias salas conectadas por video para guardar el distanciamiento social, han escuchado detalles escabrosos de la tempestuosa relación de la pareja. La evidencia ha revelado un presunto gran consumo de alcohol y drogas, argumentos iracundos, objetos lanzados y excrementos dejados en una cama — que sean de perro o humanos está en discusión.
La defensa de The Sun se basa en las denuncias de Heard de 14 incidentes de violencia por parte de Depp entre 2013 y 2016, en lugares que incluyen la isla privada del actor en las Bahamas, una casa alquilada en Australia durante la filmación de una película de “Pirates of the Caribbean” (“Piratas del Caribe”) — donde Depp se cortó un dedo en circunstancias disputadas — y el penthouse de la pareja en el centro de Los Ángeles, que sufrió destrozos durante sus peleas.
Wass dijo que el primer año de la relación, durante el cual Depp se mantuvo sobrio, fue “idílico”, pero que la violencia comenzó en 2013 luego que el actor recayó.
Durante cuatro días en el banquillo de los testigos la semana pasada, Heard declaró que Depp sufrió ataques de celos y se convirtió en su violento alter ego, “El Monstruo”, bajo la influencia del alcohol y las drogas. Lo acusó de abofetearla, golpearla y arrojarle botellas “como granadas”, y alegó que a menudo temió por su vida durante su relación.
La evidencia de Heard fue apoyada por testigos que incluyeron a su hermana Whitney Henriquez, quien dijo que vio a Depp golpear a Heard “múltiples veces” durante un altercado en el penthouse de la pareja en marzo de 2015.
Depp, quien presentó su evidencia a lo largo de cinco días, calificó las acusaciones de “fraude” y sostuvo que Heard era la agresora de su volátil relación.
Las exparejas de Depp Vanessa Paradis y Winona Ryder firmaron declaraciones escritas como testigos en las que dijeron que el actor nunca fue violento con ellas, y varios empleados actuales y pasados presentaron evidencia apoyando la versión de Depp de los acontecimientos.
Wass dijo que esos testigos estaban “manchados” porque dependían de Depp para ganarse la vida y “vinieron a la corte a mentir por su jefe”.
Depp admitió consumir una variedad de drogas, incluyendo marihuana, cocaína y analgésicos opioides, pero negó que éstas lo tornaran violento.
Al resumir el caso de la defensa, Wass dijo que “la raíz en la ira del señor Depp… es una profunda misoginia”.
“Él creó un personaje misógino de (Heard) como el estereotipo de una mujer irritante”, dijo Wass. Señaló que Depp tildó a Heard de “una cazafortunas, una arpía y una adúltera” con el fin de desacreditarla.
“La señora Heard toleró la violencia y el abuso porque amaba al señor Depp y creía que era capaz de hacer que él mejorara”, dijo la abogada.
Pero agregó que los intentos de Heard por ayudar a Depp a superar sus adicciones resultaron contraproducentes.
“El señor Depp estaba tanto avergonzado como irritado por lo que percibía como críticas de la señora Heard y las deficiencias de él y esto sirvió para agravar al señor Depp y empeorar la situación”, dijo la abogada.
“Cada vez que él sufría una recaída, su manejo de la realidad se volvía más y más tenue y su comportamiento más violento y extremo”.