Trabajadores, sin poder comprar canasta básica

Redacción

El porcentaje de la población que se encontraba en pobreza laboral pasó de 35.7% en el primer trimestre de 2020 a 54.9% en mayo pasado, por la reducción del empleo y la caída en la actividad económica en ese periodo, que afectaron las fuentes del ingreso laboral de los hogares, estimó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

El organismo aclara que ambas cifras no son estrictamente comparables; sin embargo, son referencia para “generar un diagnóstico de la pobreza, así como de la situación de grupos vulnerables en el contexto laboral durante la pandemia”.

Mientras que el dato del primer trimestre se elaboró con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), como lo hace el Coneval, los datos para abril y mayo se calcularon con la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), levantada por el Inegi ante la imposibilidad de realizar la ENOE por la crisis sanitaria.

La pobreza laboral es el porcentaje de la población con un ingreso inferior al costo de la canasta alimentaria. El Coneval le da seguimiento al ingreso laboral de los hogares, que de abril a mayo pasado cayó 6.2% en términos reales.

La canasta alimentaria rural costó mil 179.75 pesos en mayo, mientras que la urbana fue de mil 649.65 pesos, indica el organismo.

La pandemia por el Covid-19 provocó la disminución en el número de ocupados como del ingreso laboral, lo cual afecta negativamente la masa salarial, entendida como la suma total de las percepciones salariales de las personas ocupadas, la cual reportó una contracción en términos reales de 7.6% entre el cuarto y quinto mes del año.

El Inegi dio a conocer la semana pasada que 15.7 millones de personas adultas estaban sin empleo y que 15.2 millones de habitantes de 18 años o más vieron reducidos sus ingresos por el Covid-19.

Por otra parte, el Coneval detalló que 11.7 % de las personas pasó de no estar en pobreza laboral a estarlo, y 10.3% en esa condición la dejó. Esto implica un porcentaje mayor de personas en pobreza laboral que el de aquellas que salieron, lo cual aumentó el saldo final de mayo.

Al analizar el número de ocupados en los hogares que pasaron de no estar en pobreza en abril a estarlo en mayo, se observa que en el hogar hay en promedio un ocupado menos, lo cual se traduce en un dependiente más y una caída del ingreso laboral por persona.

Debido a la incertidumbre del periodo necesario para la recuperación del mercado laboral, el Coneval pidió focalizar la atención en los grupos más vulnerables. Entre estos están los hogares cuyos miembros dependen del trabajo informal o de los sectores más afectados por la crisis sanitaria, por ejemplo, servicios y comercio.

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