El incierto regreso a clases a hombros de la TV privada

José Ureña

Ayer hubo una reunión en Palacio Nacional.

Una más de muchas.

Tema: analizar el difícil e impreciso regreso a clases de la enseñanza básica -primaria, secundaria y demás- de unos 26 millones de estudiantes.

Al momento de redactar este texto no había información oficial, pero sí la promesa de adelantar una posible hoja de ruta el lunes próximo.

Uno de los asistentes, naturalmente, fue el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, quien llevó a varios invitados.

Lo acompañaron representantes de Televisa y de TV Azteca.

¿Por qué?

Porque parte del éxito del próximo ciclo escolar descansará en los libros de texto gratuitos, internet… y las televisoras privadas, en especial las de Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego.

Ellos garantizarán la difusión del programa Aprende en Casa en el territorio y la cobertura especial a donde no llega la señal del Estado.

El punto de partida fue el ciclo anterior, cuando Azcárraga Jean ofreció gratuitamente su imagen y se atendió a más de seis millones de alumnos en zonas marginadas.

En esta ocasión rebasaría con mucho los ocho millones.

LA BRECHA DIGITAL

A ese servicio social se agregará la coordinación con el sector privado.

Aunque muchos colegios se convierten con todas las precauciones sanitarias posibles, deberán recibir la autorización de la SEP.

Eso lo verán en los estados con el subsecretario de Educación Básica Marcos Bucio en provincia y Luis Humberto Fernández en la Ciudad de México.

El punto de partida para la enseñanza virtual es la experiencia del fin del curso pasado, por lo cual este fin de semana será definitivo para el anuncio del lunes.

Puede darse el paso a un modelo híbrido, presencial y a distancia, como lo llama el presidente del INAP, Luis Miguel Martínez Anzures.

Un reto en el cual la colaboración del SNTE de Alfonso Cepeda es definitiva.

Sin su millón y medio de afiliados no habrá regreso posible, así sea educación a distancia.

LA GOBERNABILIDAD

1.- La confrontación del subsecretario Hugo López-Gatell entró ya a zona de riesgo.

Ayer en el diálogo encabezado por Olga Sánchez Cordero hubo la amenaza, no sé por qué Omar Fayad la calificó de “velada”, de sanciones administrativas y penales.

Se aplicarían a gobernadores si no respetan el semáforo sanitario.

Como dijo el propio Fayad, si no se ve como un tema absolutamente sanitario y de coordinación, derivará en un problema de gobernabilidad.

Y 2.- Ayer mencionamos aquí el daño de impulsar a posiciones de representación a políticos sin méritos partidistas.

Es el caso de la ex subsecretaria de Hacienda Vanessa Rubio, cuya licencia senatorial quitó un escaño al PRI y se le dio a Morena a través de su suplente Nancy Sánchez.

No fue una salida voluntaria, aseguró una fuente gubernamental.

Fue informada de investigaciones sobre hechos sucedidos en la administración anterior y cuya revisión causan escozor en Palacio Nacional.

Todo está bajo seguimiento, pero va el avance: se revisan condonaciones y arreglos fiscales, temas relacionados con Hacienda.

Y quien tramitaba esos beneficios de influencia -no ella pero cercano a ella- podría darnos la noticia próximamente.

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