Redacción
La pregunta de cómo las pequeñas galaxias enanas han sostenido la formación de nuevas estrellas en la historia del Universo ha confundido por mucho tiempo a los astrónomos. Un equipo internacional de investigación dirigido por la Universidad de Lund en Suecia ha encontrado que las pequeñas galaxias inactivas pueden acumular gas lentamente durante muchos miles de millones de años. Cuando este gas colapsa repentinamente bajo su propio peso, pueden surgir nuevas estrellas.
Hay alrededor de 2 billones de galaxias en nuestro Universo y, mientras que nuestra propia Vía Láctea posee entre 200 y 400 mil millones de estrellas, las pequeñas galaxias enanas contienen solo mil veces menos. La forma en que se forman las estrellas en estas diminutas galaxias ha estado envuelta en misterio durante mucho tiempo.
Sin embargo, en un nuevo estudio publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, un equipo de investigación dirigido por la Universidad de Lund ha establecido que las galaxias enanas son capaces de permanecer inactivas durante varios miles de millones de años antes de empezar a formar estrellas de nuevo.
“Se estima que estas galaxias enanas dejaron de formar estrellas hace unos 12.000 millones de años. Nuestro estudio muestra que esto puede ser una pausa temporal”, dice Martin Rey, astrofísico de la Universidad de Lund y líder del estudio.
A través de simulaciones por ordenador de alta resolución, los investigadores demuestran que la formación de estrellas en las galaxias enanas cesó como resultado del calentamiento y la ionización procedente de la fuerte luz de las estrellas recién nacidas. Las explosiones de las llamadas enanas blancas – pequeñas y débiles estrellas hechas del núcleo que queda cuando mueren las estrellas de tamaño normal – contribuyen aún más a evitar el proceso de formación estelar en las galaxias enanas.

Galaxia enana. (Foto: NASA)
“Nuestras simulaciones muestran que las galaxias enanas son capaces de acumular combustible en forma de gas, que al final se condensa y da lugar a estrellas. Esto explica la formación estelar observada en tenues galaxias enanas existentes que durante mucho tiempo ha desconcertado a los astrónomos”, afirma Martin Rey.
Las simulaciones por ordenador utilizadas por los investigadores en el estudio están entre las más caras que se pueden llevar a cabo dentro de la física. Cada simulación dura hasta dos meses y requiere el equivalente a 40 ordenadores portátiles que funcionen las 24 horas del día. El trabajo continúa con el desarrollo de métodos para explicar mejor los procesos detrás de la formación de estrellas en las galaxias más pequeñas de nuestro Universo.
“Profundizando en nuestra comprensión de este tema, obtenemos nuevos conocimientos en la modelización de procesos astrofísicos como las explosiones estelares, así como el calentamiento y enfriamiento del gas cósmico. Además, se está trabajando para predecir cuántas de estas enanas formadoras de estrellas existen en nuestro Universo, y podrían ser descubiertas por telescopios astronómicos” concluye Martin Rey.
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