La cremación más antigua conocida en el Oriente Próximo data del 7000 a.C.

Redacción

Los pueblos antiguos del Oriente Próximo habían comenzado la práctica de cremar intencionalmente a sus muertos a principios del 7º milenio a.C., según un estudio publicado en la revista de libre acceso PLOS ONE por Fanny Bocquentin del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) y sus colegas.

Las excavaciones en el yacimiento neolítico de Beisamoun, en el norte de Israel, han descubierto una antigua fosa de cremación que contiene los restos de un cadáver que parece haber sido incinerado intencionalmente como parte de una práctica funeraria. Estos restos fueron directamente fechados entre los años 7013 y 6700 a.C., lo que los convierte en el ejemplo más antiguo conocido de cremación en el Oriente Próximo.

Los restos comprenden la mayor parte de un esqueleto de un joven adulto. Los huesos muestran evidencias de haber sido calentados a temperaturas superiores a los 500°C poco después de la muerte, y se encuentran dentro de una fosa que parece haber sido construida con una parte superior abierta y fuertes paredes aislantes. Los restos de plantas microscópicas encontrados en el interior de la fosa son probablemente restos del combustible para el fuego. Esta evidencia lleva a los autores a identificar esto como una cremación intencional de un cadáver reciente, a diferencia de la quema de restos secos o un trágico incendio accidental.

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Imagen de los huesos in situ: A. Segmento de esqueleto axial: costillas y vértebras expuestas en el centro de la estructura. B. Coxal derecho in situ; conservado casi completo por un trozo de pared de barro colapsada. C. Cuatro falanges proximales del pie derecho que se encuentran directamente debajo del coxal derecho. (Foto: Bocquentin et al, 2020 (PLOS ONE, CC BY))

Esta cremación temprana se produce en un importante período de transición en las prácticas funerarias de esta región del mundo. Las viejas tradiciones estaban en vías de desaparición, como la extracción del cráneo de los muertos y el entierro de estos dentro del asentamiento, mientras que otras prácticas como la cremación eran nuevas. Este cambio en el procedimiento funerario también podría significar una transición en los rituales que rodean a la muerte y el significado del difunto dentro de la sociedad. Un examen más profundo de otros posibles lugares de cremación en la región ayudará a dilucidar este importante cambio cultural.

Bocquentin dice que: “El tratamiento funerario consiste en una cremación in situ dentro de una fosa piramidal de un individuo adulto joven que previamente sobrevivió a una herida por un proyectil de sílex; el inventario de huesos y su posición relativa apoya en gran medida el depósito de un cadáver articulado y no de huesos dislocados”. Añade, “Esta es una redefinición del lugar de los muertos en el pueblo y en la sociedad”.

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