Con virus o sin virus, gana la Corona del rating

Redacción

Una enseñanza que le ha dejado a Sergio Corona la partida de amigos como Manuel el Loco Valdés, fallecido el 28 de agosto, es que hay que honrar su memoria con alegría, no con tristeza.

“He tenido muchas penas de familiares, de compañeros, de amigos, de amigas que ya no están y lo que he aprendido es que yo siento mucho que sucedan estas cosas, pero es una ley de la vida ¿no? Los recuerdo con cariño, doy gracias que existieron, que fueron mis amigos y que los conocí, recuerdo el dolor (de su partida) pero no lo aplico”.

Una característica de su amistad con el Loco es que desde hacía 40 años apostaban cada vez que jugaban América y Chivas.

“Manuel tuvo un programa que era Variedades del mediodía de el Loco; me invitó; iba a enfrentarse el clásico en unos días y quedamos que el que perdiera iba a recibir un cubetazo de agua por cada gol. Perdí yo y como perdí le dije: la próxima vamos a apostar porque no todos los partidos voy a perder yo. Así seguimos apostando; fueron más de 40 años”.

A lo largo de sus 92 años han sido muchas las cosas que han cambiado la vida de Sergio Corona (amistades, amor, partidas) pero el trabajo es de las más importantes. Por eso, cuando comenzó la cuarentena y tuvo que estar en casa cinco meses sin poder grabar el unitario Como dice el dicho, decidió tomar pluma y papel y comenzar a escribir.

“Se me ocurrió empezar a recordar mis anécdotas, mis experiencias, mis viajes, mis inventos, mis presentaciones en cabaret, en teatro, en televisión, mis memorias, ya llevo 150 páginas. No me puedo sentar a escribir todo el día porque no es mi profesión, sino que estoy recordando, tengo anotadas qué cosas quiero incluir en esto y ojalá se llegue a cumplir lo de un libro”.