Ardern: el poder de hacer historia

Redacción

Cuando Jacinda Ardern llegó al poder en Nueva Zelanda, en octubre de 2017, se convirtió, a sus 37 años, en la primera ministra más joven en liderar un país. La gran pregunta era si podría con el desafío.

No sólo pudo, sino que se ha convertido en una de las líderes más destacadas en el mundo. Firmeza, decisión y carisma son tres de las cualidades que se destacan de ella. “La gente no necesita escucharme cuestionar nada, necesita saber, y escucharme decir: ‘Yo puedo’”, recuerda que pensó cuando el anterior líder del Partido Laborista, Andrew Little, renunció al puesto, un par de meses antes de los comicios, y le dijo que confiaba en ella para asumir el liderazgo. A partir de ese momento, Ardern confió en sus instintos.

Tras las elecciones de septiembre de 2017, en las que Ardern prácticamente resucitó a los laboristas, que venían de resultados históricamente bajos, se convirtió en premier después de lograr una coalición con el partido Nueva Zelanda Primero. Asumió en octubre de ese año.

Nacida en Hamilton, hija de padres mormones, aunque creció en Morrinsville y Murupara, Ardern se graduó en Estudios de Comunicación en Relaciones Públicas y Ciencia Política en la Universidad de Waikato.

Para el pequeño país de 4 millones 886 mil habitantes, según cifras de 2019, era una gran desconocida, pero no para sus compañeros de escuela, que vislumbraban para ella un futuro brillante. “Será la próxima primera ministra”, se puede leer en el anuario de 1988 del Colegio Morrinsville, donde estudió.

Y así fue. Tras quedarse en lugar de Little, en los comicios de 2017, mostró ya su carisma y fue capaz de atraer, con sus ideas progresistas —es partidaria del matrimonio entre personas del mismo sexo, de liberalizar las leyes sobre el aborto— y su promesa de combatir la pobreza infantil, a los jóvenes neozelandeses. “El liderazgo no es necesariamente sobre ser el que hable más fuerte en la habitación, sino sobre ser el puente, o eso que falta en la discusión, y de tratar de construir consensos”, explicó alguna vez.
Siendo primera ministra, se convirtió también en madre, en 2018, de una bebé, Neve Te Aroha. Ardern siempre ha dicho que su pareja, el conductor de radio y tv Clarke Gayford, ha sido un gran apoyo para permitirle estar al frente de la nación en los momentos más difíciles. “Espero que no sienta ninguna limitación. Que no tenga noción de lo que las chicas pueden o no hacer, que no sea siquiera un concepto para ella”, ha señalado sobre lo que desea para Neve, cuyo nombre significa “radiante”, y quien en sus primeros meses ya acompañó a su madre a la sede de Naciones Unidas y que en junio cumplió dos años.

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