Tras conocerse el triunfo de Joe Biden y Kamala Harris, líderes mundiales los han felicitado y les han ofrecido su cooperación en esta nueva etapa.

La primera reacción fue la del primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Apenas habían pasado unos minutos del anuncio de medios estadoundienses cuando Trudeau, poco después de las 11:00 am, tuiteó sus felicitaciones y deseos “de trabajar juntos para superar los mayores desafíos mundiales”.

En Europa, la canciller alemana, Angela Merkel, felicitó a Biden y recalcó la importancia de la “amistad transatlántica” para superar los actuales retos globales. En la misma línea se pronunció el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, que por medio de Twitter escribió: “¡Tenemos mucho que hacer para superar los desafíos de hoy! ¡Actuemos juntos!”, mientras que el premier británico, Boris Johnson tuiteó sus deseos de trabajar con Biden en “prioridades compartidas, desde cambio climático a comercio o seguridad”.

“España está lista para cooperar”, le transmitió a Biden el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en su felicitación.

La mayoría de los países en América mostraron su esperanza: los presidentes de Panamá, Laurentino Cortizo; de Uruguay, Luis Lacalle; de Chile, Sebastián Piñera, felicitaron a Biden y a Kamala. En el mismo sentido se manifestaron los gobernantes de Costa Rica, Guatemala, Honduras y Colombia.

Incluso el venezolano Nicolás Maduro envió su felicitación y dijo que su gobierno “siempre estará dispuesto al diálogo”.

En Irán, el mandatario Hassan Rouhani dijo que espera que la próxima administración “aprenda” del fracaso de la “política de la presión” de Trump. Los líderes africanos pidieron estrechar las relaciones con Estados Unidos.

Sólo dos jefes de Estado, hasta el momento, se han negado a reconocer la victoria de Biden.

Uno es el primer ministro esloveno, Janez Jansa, quien dijo que “los tribunales no han siquiera empezado a dirimir al respecto”. El otro es el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.

Los dirigentes de Israel, Rusia, China y Turquía optaron por guardar silencio.