“Clasemediero”, un concepto con definición complicada

Redacción

El concepto clase media es difícil de establecer, pero no por eso deja de ser menos real y, sobre todo, políticamente relevante, advierten Luis de la Calle y Luis Rubio en su ensayo Clasemediero.

El término es elástico porque incluye a personas con ingresos muy distintos, por lo que es preferible emplear “clases medias”.

Sin embargo, a pesar de las diferencias en el nivel de ingreso, existen similitudes en su concepción de la vida y su lugar en la sociedad.

El concepto comprende profesionales, comerciantes, burócratas, empleados, académicos, los cuales tienen un ingreso suficiente para vivir en el entorno urbano (lo que no elimina su presencia en el ámbito rural) y desean mejorar su posición económica de manera sistemática.

Además de la disponibilidad de recursos suficientes, todas las definiciones de clase media contemplan la búsqueda de medios de superación y movilidad social: empleo esencialmente en el sector servicios; interés por el cine, la cultura y otras manifestaciones artísticas como entretenimiento; la propiedad o alquiler de una casa o departamento como base de su desarrollo familiar; la posesión de un automóvil u otro tipo de satisfactores como televisión, el internet y un smartphone.

Para los especialistas en análisis de mercados, este grupo es perfectamente claro y se subdivide de acuerdo con los patrones de consumo. Lo importante no es conocer con precisión el ingreso de cada persona, sino identificar grupos sociales en términos de actitudes y perfiles.

De acuerdo con la clasificación que hace la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado (AMAI), la población se divide en siete niveles socioeconómicos clasificados como A/B, C+, C, C-, D+, D y E, de los cuales la clase media está integrada por sus características dentro de los tres segmentos de la letra C.

En este bloque, el jefe de familia tiene un nivel educativo de secundaria hasta media superior. La mayoría de los hogares cuenta con al menos un auto, más de la mitad tiene internet fijo, alrededor de una tercera parte de su gasto lo destina a alimentos, y una cuarta parte a transporte y comunicación.

Bajo este esquema, y con base en los resultados más recientes de la tabla de niveles socioeconómicos de la AMAI, 41% de los hogares del país serían de clase media.

En las localidades con menos de 2 mil 500 habitantes representan 20% de los hogares rurales y 43% en las zonas urbanas.