Redacción
Una conmovedora escena se registró en la ciudad de Juazeiro do Norte, en Brasil, el pasado sábado 6 de marzo.
La cámara de seguridad de una clínica veterinaria captó el momento cuando un perro callejero ingresa cojeando al establecimiento. Una vez allí, el animal se detiene un momento y, acto seguido, extiende su pata, como si estuviera pidiendo ayuda.
Dayse Silva, la veterinaria de esa clínica y quien se dirigió de inmediato desde el mostrador a atender al perro, confirmó a prensa local que el animal “es de la calle, no tiene dueño” y que llegó solo.
“Yo miré las imágenes de la cámara que está afuera y lo vi tirado debajo de un árbol momentos antes de entrar a la tienda”, agregó.
La especialista atendió al perro. Sin embargo, tan pronto se acercó, notó que el animal parecía padecer algo más grave, pues su área genital estaba ensangrentada.
El diagnóstico no fue alentador. Los exámenes arrojaron que el animal tiene un tumor venéreo transmisible en la región genital, un padecimiento que, de acuerdo con los veterinarios, es común en los perros callejeros.
En la revisión le encontraron, además, una lesión provocada, al parecer, por una puntilla y la presencia de garrapatas.
Los especialistas decidieron dejarlo en observación por un periodo de 30 días.
Los empleados de esa clínica veterinaria decidieron hacerse cargo del tratamiento y los cuidados del perro. Según dijeron, esperan que este se recupere y alguien lo adopte para brindarle un hogar.
