Redacción
Algunas actividades cotidianas, como determinar si un plátano está maduro, elegir la ropa de colores que combinen bien o detenerse ante un semáforo en rojo, pueden resultar difíciles para quienes padecen daltonismo. La mayoría de las personas con este trastorno genético tienen problemas para diferenciar entre rojo y verde. Unas gafas especiales pueden hacer que esos colores sean más destacados y fáciles de ver y distinguir. Sin embargo, esas gafas son voluminosas y el material de las mismas no puede adaptarse para solucionar otros problemas de visión.
Una alternativa hacia la que se han dedicado muchos esfuerzos últimamente es la de lentes de contacto con esa misma capacidad de restaurar la percepción de los colores. Un modo de lograrlo es mediante lentes tintadas. Unas lentes de contacto de esta clase mejoraron la percepción rojo-verde en ensayos clínicos, pero el tinte tiende a desprenderse, lo que puede entrañar riesgos para la salud ocular.
Ciertos compuestos de oro se han utilizado durante siglos para producir vidrio rubí dorado, que dispersa la luz de una forma muy peculiar, y no es tóxico.
Teniendo en mente esto, un equipo que incluye a Ahmed Salih y Haider Butt, de la Universidad Khalifa de Ciencia y Tecnología en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, decidió averiguar si la incorporación de nanopartículas de oro al material de las lentes de contacto en vez de tinte podría mejorar el contraste rojo-verde de forma segura y eficaz.
Para fabricar las lentes de contacto, los investigadores mezclaron uniformemente nanopartículas de oro en un polímero de hidrogel, produciendo geles que actuaban sobre la luz en las longitudes de onda en las que se solapan el rojo y el verde. Las lentes de contacto más eficaces fueron las que tenían nanopartículas de oro de 40 nanómetros. Estas lentes también han demostrado tener propiedades de retención de agua similares a las de las lentes de contacto convencionales del mercado. Además, en experimentos realizados con células cultivadas en cajas de Petri, se comprobó que las nanopartículas no resultaban tóxicas para esas células.
Por último, los investigadores compararon directamente su nuevo material con dos modelos de gafas disponibles en el mercado para restaurar la percepción de colores y con sus lentes de contacto tintadas desarrolladas anteriormente. Las lentes de contacto con nanopartículas de oro eran más selectivas en las longitudes de onda de interés que las gafas. Las nuevas lentes demostraron coincidir en el procesamiento de colores con las lentes de contacto tintadas, lo que sugiere que las de nanocompuestos de oro son igual de eficaces que las tintadas, pero sin los riesgos de seguridad de estas últimas.
El siguiente paso en esta línea de investigación y desarrollo será realizar ensayos clínicos con pacientes humanos para evaluar cuán cómodo es llevarlas puestas durante una jornada.
Salih y sus colegas detallan las características técnicas de estas nuevas lentes de contacto en un artículo titulado “Gold Nanocomposite Contact Lenses for Color Blindness Management”, publicado en la revista académica ACS Nano.
