Ulises Ávila
Los pobladores de Papalotla, Xicohtzinco, Ayometla, Panzacola, San Buenaventura y San Marcos Contla que cerraron la carretera Tlaxcala-Puebla y el Camino Real, reabrieron la circulación vial para enfocarse frente a la empresa denunciada y planear su próximo golpe.
Entre gritos y aplausos, los quejosos estuvieron de acuerdo en que deben hacer a un lado a las autoridades municipales y estatales, pues tras diversas pláticas no se ha logrado solucionar el conflicto de contaminación ambiental y pestilencia.
Por tanto, señalaron que ahora buscarán ser vistos por las autoridades federales, para que sean ellas quienes intervengan en la operación de la fábrica acusada.
Para asegurar que esto pase, los casi 100 pobladores liberaron los carriles vehiculares que habían sido bloqueados con autos y piedras, para reunirse frente a Procesos Biointegrales de México y someter a discusión las opciones que tienen para ser oídos por el ejecutivo federal.
Hasta el momento, sus únicas opciones son tomar la empresa, o realizar un segundo cierre carretero, pero de mayor magnitud.
