Los relámpagos y la aparición de vida en la Tierra

Redacción

Los relámpagos siempre han despertado una gran fascinación en mucha gente. Su papel de posibles activadores de la vida, mostrado poéticamente desde la ficción en el experimento del doctor Frankenstein en el que logra dar vida al monstruo, ha sido objeto de numerosas investigaciones y una cantidad aún mayor de especulaciones. Los resultados de un estudio reciente sobre la relación entre el surgimiento de la vida en la Tierra y los relámpagos aportan una nueva perspectiva sobre esta relación.

Durante mucho tiempo se ha defendido que algunos de los ingredientes clave para la aparición de la vida en nuestro planeta provienen en buena parte de fuentes extraterrestres, concretamente de meteoritos caídos en la Tierra hace más de 4.000 millones de años. Y, en consecuencia, que solo cantidades mínimas de estos minerales se formaron en la Tierra primitiva como consecuencia de miles de millones de relámpagos.

Pero ahora, unos investigadores de la Universidad de Leeds en el Reino Unido han llegado a la conclusión de que los relámpagos que alcanzaron la superficie terrestre fueron tan importantes como la caída de meteoritos a la hora de proporcionarle a la Tierra el escenario geoquímico idóneo para el surgimiento de vida.

El equipo de Benjamin Hess estaba estudiando una muestra excepcionalmente grande y prístina de fulgurita, una roca que se crea cuando un relámpago alcanza el suelo. La muestra se formó cuando un relámpago cayó sobre una propiedad en Glen Ellyn, Illinois, Estados Unidos, en 2016. La muestra fue luego donada a una universidad.

Hess y sus colegas se interesaron inicialmente por cómo se forma la fulgurita, pero quedaron fascinados al descubrir en la muestra de Glen Ellyn una gran cantidad de un mineral de fósforo muy inusual llamado schreibersita.

El fósforo es esencial para la vida y desempeña un papel clave en todos los procesos vitales, desde el movimiento hasta el crecimiento y la reproducción. El fósforo presente en la superficie de la Tierra primitiva estaba contenido en minerales que no pueden disolverse en el agua. En cambio, la schreibersita sí puede disolverse en agua.

La mayoría de los modelos sobre cómo pudo formarse la vida en la superficie de la Tierra invocan a los meteoritos como los portadores casi exclusivos de la schreibersita existente en la Tierra. Sin embargo, el descubrimiento de una cantidad relativamente grande de schreibersita en la fulgurita estudiada plantea un escenario diferente.

Los relámpagos alcanzan la superficie de la Tierra con frecuencia, lo que implica que el fósforo necesario para el origen de la vida en la superficie terrestre no depende únicamente de los impactos de los meteoritos.

Otra conclusión derivada de los resultados del estudio es que la formación de vida en otros planetas similares a la Tierra sigue siendo posible mucho después de que los impactos de meteoritos se hayan vuelto raros tras cesar la prolífica caída de los mismos asociada a la infancia de los planetas.

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