El alcance de la adopción infantil en los bonobos

Redacción

El ser humano es capaz de adoptar a niños sin ningún lazo de parentesco ni de amistad previa con ellos o con sus padres biológicos. ¿Los monos son capaces de esta conducta o solo adoptan crías de su clan familiar o grupo de convivencia habitual? Una investigación ha explorado esta cuestión.

 

Los bonobos forman grupos sociales de múltiples machos y hembras. Estos grupos a veces conviven durante algún tiempo. El equipo internacional de Nahoko Tokuyama, de la Universidad de Kioto en Japón, observó cuatro grupos de bonobos salvajes entre abril de 2019 y marzo de 2020 en la Reserva Científica de Luo en Wamba, República Democrática del Congo. Los autores del estudio identificaron a dos bonobos de corta edad que fueron adoptados por hembras adultas de grupos sociales diferentes de los de las crías.

 

Flora, una hembra de 2,6 años, fue cuidada por Marie, una hembra de 18 años con dos hijas pequeñas. Ruby, una hembra de tres años, fue cuidada por Chio, una hembra de entre 52 y 57 años cuya propia descendencia había emigrado a un grupo social diferente.

 

La madre biológica de Flora, Fula, visitó el grupo social de Marie antes de que esta cuidara de Flora, pero no se la observó interactuando con los miembros del grupo y se desconoce si sigue viva. La madre biológica de Ruby no podido ser identificada por el equipo de investigación.

 

Los autores del estudio basan su creencia de que las crías han sido adoptadas en el hecho de que tanto Marie como Chio fueron observadas conviviendo estrechamente con las pequeñas y proporcionándoles cuidados maternos, durante periodos superiores a 18 y 12 meses, respectivamente. Los autores del estudio no observaron ninguna agresión de miembros de los grupos sociales de Marie y Chio contra Flora o Ruby. Los análisis de ADN indicaron que las crías no están emparentadas con sus respectivas madres adoptivas.

 

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Marie acicalando a Flora. Marie, una bonobo de 18 años, adoptó a Flora, que se calcula que tiene dos años y medio, después de que desapareciera la madre de Flora, miembro de otro grupo. (Foto: Nahoko Tokuyama)

 

Los resultados del estudio indican por tanto que la adopción en los bonobos no solo ocurre en casos en los que hay relaciones de parentesco o relaciones sociales preexistentes entre la madre adoptiva y la madre biológica. Los autores del estudio sugieren que las adopciones de Flora y Ruby pueden haber sido impulsadas por el altruismo de los bonobos, combinando una atracción materna hacia las pequeñas y una alta tolerancia hacia individuos ajenos a su propio grupo social. Lo descubierto en esta investigación puede constituir no solo el primer informe validado científicamente de adopción entre grupos distintos de bonobos salvajes, sino quizá también los primeros casos documentados de adopción entre grupos distintos en simios salvajes.

 

El estudio, titulado “Two wild female bonobos adopted infants from a different social group at Wamba”, se ha publicado en la revista académica Scientific Reports.