Cómo cambia nuestra flora intestinal por vivir en una sociedad industrializada

Redacción

En el intestino humano viven miles de especies bacterianas diferentes, conformando lo que se conoce como flora (o microbioma) intestinal. La mayoría son beneficiosas, mientras que otras pueden ser perjudiciales.

 

Un nuevo estudio, llevado a cabo por un equipo internacional, ha revelado que estas poblaciones bacterianas pueden cambiar radicalmente en el transcurso de la vida de su anfitrión, mediante la transferencia horizontal de genes entre bacterias. Los investigadores también han demostrado que este tipo de transferencia de genes se produce con mayor frecuencia en los microbiomas de las personas que viven en sociedades industrializadas, posiblemente en respuesta a sus dietas y estilos de vida específicos.

 

“Una consecuencia inesperada de que muchos humanos vivamos en ciudades puede ser la de que hayamos creado condiciones muy propicias para que las bacterias que habitan en nuestros intestinos intercambien genes entre sí”, destaca Eric Alm, coautor del estudio y director del CMIT (Center for Microbiome Informatics and Therapeutics), adscrito al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos.

 

El estudio es el primer trabajo importante del GMbC (Global Microbiome Conservancy), un consorcio que está recogiendo en todas partes del mundo muestras del microbioma de poblaciones humanas poco representadas, en un esfuerzo orientado a preservar las especies bacterianas que corren el riesgo de perderse a medida que la humanidad se expone más y más a las dietas y estilos de vida industrializados.

 

“Con nuestro consorcio internacional, estamos dedicando tiempo y esfuerzo a recoger y preservar las cepas bacterianas individuales para poder conservarlas indefinidamente para las generaciones futuras, pero todas esas bacterias y sus derivados siguen siendo propiedad de los participantes que las proporcionan”, explica Mathilde Poyet del MIT, cofundadora del GMbC y coautora del estudio.

 

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Mathilde Poyet recopilando datos sobre el estilo de vida de los Bedik en un poblado de Senegal. (Foto: © Global Microbiome Conservancy / F. Rondon. CC BY-NC-ND 3.0)

 

“La mayoría de las especies que encontramos en poblaciones rurales y aisladas son especies que no se verían en el mundo industrializado”, dice Mathieu Groussin, del MIT y uno de los autores del estudio. “La composición del microbioma cambia por completo, y junto con esto, la cantidad de especies diferentes disminuye. Esta menor diversidad del microbioma industrializado podría ser un reflejo de una mala salud intestinal”.

 

El estudio se titula “Elevated rates of horizontal gene transfer in the industrialized human microbiome”. Y se ha publicado en la revista académica Cell.

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