Redacción
Un total de 523 artefactos de piedra, como puntas de lanza, proyectiles, cuchillos y otras herramientas, fueron entregados al Gobierno de México, en un acto realizado este 15 de abril en las instalaciones del Consulado General de México en El Paso, Texas, como parte de una acción conjunta entre la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); la Agencia de Investigaciones de Seguridad Interna (HSI, por sus siglas en inglés) y el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos. Las piezas, cuyos rasgos corresponden con el clásico estilo de talleres líticos de Coahuila, serán trasladadas a la Ciudad de México para que especialistas del INAH puedan analizarlas y determinar con precisión su origen y autenticidad.
La entrega de los bienes culturales se realizó bajo un estricto protocolo de sanidad por la contingencia de la COVID-19; estuvieron presentes el cónsul general de México en El Paso, Texas, Mauricio Ibarra Ponce de León; el cónsul general de Estados Unidos en Ciudad Juárez, Eric S. Cohan; el agente especial encargado de la HSI en El Paso, Erik P. Breitzke; el superintendente del Chamizal National Memorial, F. Gus Sánchez, y el guarda forestal encargado de la aplicación de la ley en la Oficina de Administración de Tierras, Jesse Vooz.
Las piezas corresponden a una investigación iniciada el 15 de abril de 2016 por el Servicio de Parques Nacionales, la Agencia de Investigaciones de Seguridad Interna y el Servicio de Investigación de la Guardia Costera de Estados Unidos. Posteriormente, estas dependencias coordinaron con el Gobierno de México la revisión de los bienes culturales y su identificación.
La colaboración binacional estuvo enmarcada en la Sección 310, inciso B, de la Ley de Aplicación de la Convención de Bienes Culturales de Estados Unidos de América (The Convention on Cultural Property Implementation Act) y, por parte de México, en la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
La restitución de estas piezas constituye una muestra de la activa cooperación entre los gobiernos de México y Estados Unidos en materia de protección de bienes culturales, así como una apuesta porque los legados históricos y culturales retornen a sus lugares de origen.