La muerte y la enfermedad vista a través de la mirada infantil

Redacción

La enfermedad y la muerte son dos experiencias de vida difíciles de afrontar para los seres humanos. Pero, ¿cómo viven las infancias esos procesos complejos? La directora y dramaturga Andrómeda Mejía plantea en la obra “Un conejo para la luna, la historia de Ángel y Larissa, dos hermanos que han crecido con su abuelo, con quien han compartido el amor y los juegos. Hasta que un día, frente a la enfermedad, la dinámica familiar se transforma en dolor, los tratamientos médicos y el cuidado de su ser amado.

La muerte, dice Mejía, es un tema recurrente en el arte y en la literatura, pero los procesos de enfermedad, no. La complejidad de los cuidados de un ser amado, agrega, no sólo exigen una entrega total, también plantea un camino hacia la compasión.

“Es la historia de una familia que se enfrenta a la enfermedad y al duelo por un ser amado, en este caso, el abuelo. La obra la relatan sus nietos, nos cuentan sus emociones y los cambios que viven alrededor de la enfermedad. Es un texto que había escrito previo a la pandemia, pero en este momento creo que cobra otra importancia, de hecho hice varios ajustes para llevarla a escena. Son tiempos que nos orillan a pensar y a hablar sobre la enfermedad y el duelo porque implican muchos cambios y muchos procesos de confrontación, es tan importante expresar las emociones”, dice en entrevista.

“Un conejo para la luna”, llevada a escena por Los tres pies del gato y Tejedora, es para jóvenes audiencias, mayores de ocho años; que combina actores y animación de objetos para adentrarnos en una historia emotiva sobre lo que enfrentan las familias cuando un ser amado enferma: la incertidumbre, el miedo, la frustración, la culpa, la tristeza, el duelo y la posibilidad de reencontrar la paz y permitir la partida.

“A mí me interesa hablar sobre la enfermedad por los procesos personales que he vivido con mis familiares. Siempre me ha parecido que hay muchos textos sobre la muerte y sobre cómo aceptarla, pero son pocos los que hablan del cuidado, los cambios y lo doloroso que es ver cómo la persona que amas se va perdiendo en el dolor y en el tratamiento médico. Los niños y las niñas son parte de todo lo que se vive cuando un familiar está enfermo, pero su voz pocas veces se reconoce. Los adultos buscamos cierta practicidad y no reconocemos que ellos también son cuidadores y que también viven pérdidas”, dice.

Otro tema de su interés, cuenta, es la muerte digna. “Quería plantear el tema de muerte digna, la eutanasia y la posibilidad de morir en plenitud. Temas que también tenemos que abordar con los niños. La versión inicial era más narrativa, pero lo modifiqué para que los personajes se expresaran. El confinamiento que vivimos no ha sido sólo físico, hemos confinado también las emociones para sobrevivir, pero es importante hablar, externar lo que sentimos”, refiere.

El elenco está conformado por Karen Alicia, Alberto Cerz, Anne Yvonne Durán; la dramaturgia y dirección son de Mejía. “Nos da mucha emoción volvernos a encontrar con el público”, dice.

La obra se estrena en el Teatro La Capilla (Calle Madrid 13, Del Carmen, Coyoacán) con cuatro únicas funciones los sábados 8, 15, 22 y 29 de mayo a las 12:30 horas. Se llevarán a cabo de forma híbrida: presencial con un aforo de 22 personas y un costo de $250 pesos con descuentos y en línea a través de la plataforma Zoom con un costo por pantalla de 100, 200 y 300 pesos.

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