Redacción
Después de que Pemex reportó una pérdida de 37 mil 297 millones de pesos en el primer trimestre del año, una mejora respecto de trimestres con peor desempeño, los resultados que ha mostrado la empresa productiva del año podrían disminuir su presión sobre las finanzas públicas del país.
“Contrario a algunas previsiones en el mercado, Pemex probablemente no representará un riesgo para la estabilidad de las finanzas públicas, al menos no este año. El reporte de este trimestre permite deducir que los siguientes podrían mostrar un tono similar si el precio del petróleo y los niveles de producción se mantienen alrededor de los niveles actuales”, dijo Invex.
De acuerdo con un análisis de la firma, el arranque de 2021 para la petrolera mexicana indicaría que no se degradaría aún más su calificación por parte de las agencias internacionales.
“La confirmación de este escenario difícilmente abriría la puerta a una degradación adicional en la calificación de la paraestatal. En temas de endeudamiento Pemex no mejora mucho, pero tampoco empeora de forma importante. La estructura permanece estable y el perfil de vencimiento muestra niveles superiores a 11 años, gracias a las aportaciones gubernamentales”, explica Invex.
El análisis añadió que, si bien en los próximos meses no se anticipa presión sobre las finanzas del gobierno, en el mediano plazo, la presión dependerá del comportamiento del precio del hidrocarburo, así como del compromiso de las autoridades de mantener una producción por debajo de la meta para combatir el cambio climático, así como una menor recaudación no petrolera que sólo podría verse impulsada por una reforma fiscal.
Invex añadió que Pemex inició el año con buenos resultados, no es de sorprender que apoyados en la recuperación del precio del petróleo; sin embargo, los volúmenes de venta siguen presionados por los efectos del Covid-19 en la movilidad y la demanda de energéticos, así como una producción afectada por la declinación natural de los campos maduros.
“La permanencia de partidas virtuales, como la reversa en el deterioro de activos, el efecto de tipo de cambio en los pasivos en dólares y los ajustes actuariales en los pasivos laborales, no dejan ver por completo el panorama real de la empresa para determinar cómo es que mejora su eficiencia. La importante alza en el precio del petróleo en el trimestre incide también en restar visibilidad a este análisis”, añadió.
La firma detalló que es claro y evidente que la empresa continúa consumiendo recursos con una generación de flujo negativa pero que se ve contrarrestada por las aportaciones del gobierno federal, un apoyo que se reitera continuará para cubrir los compromisos de deuda. “El reto está en que las inversiones que se realicen puedan dar un cambio en la situación de la empresa, algo que de momento no se materializa en las cifras mediante eficiencias operativas evidentes o un punto de inflexión sostenible y relevante en la producción de crudo”, añadió.