por Rafael Cardona
En medio de esta interminable faena de acoso contra México, de la cual casi siempre nos enteramos primero por los efímeros datos de la correspondencia digital del presidente Trump, ha aparecido en el escenario un mensaje perturbador, el cual implicaría la decepción por el tan celebrado acuerdo reciente para crear la Guardia Nacional Migratoria y la Sala de Espera Mexicana de Trámites Extranjeros.
Son solamente 49 palabras, pero el descaro es tan grande como nuestra indefensión ante los caprichos y dictados del Norte, de los cuales somos presos desde 1847, por lo menos.
“We have fully signed and documented another very important part of the Immigration and Security deal with Mexico, one that the U.S. has been asking about getting for many years. It will be revealed in the not too distant future and will need a vote by Mexico’s Legislative body!..
Esto podría traducirse así:
“Hemos completado la firma de otro importante acuerdo de seguridad e inmigración con México, como lo hemos demandado por muchos años, el cual será revelado en un futuro no muy distante y va a necesitar el voto de su cuerpo legislativo”.
Si las cosas son como este mensaje hace suponer, México modificará sus leyes migratorias (y en el peor de los casos hasta su Constitución), de acuerdo con las prolongadas exigencias de los Estados Unidos, lo cual no haría sino confirmar lo inevitable de la interminable dependencia y lo contundente de la imposición.
Esta declaración de Trump necesita, sin remedio, ser contrastada con las explicaciones ofrecidas por el canciller Marcelo Ebrard en la conferencia matutina del Señor Presidente, ayer por la mañana. Son palabras derivadas de los mensajes del presidente de Estados Unidos.
—Nosotros les dijimos que tenemos muchas reservas sobre eso (el 3er País Seguro)…
…Entonces, después de muy intensas negociaciones llegamos a dos medidas: una propia y otra de ellos, y se acordó un plazo para hacer las cosas y ver quién tiene razón.…
…De ser necesario México y los Estados Unidos a fin de enfrentar los flujos migratorios y regulares y las cuestiones de asilo continuarán sus conversaciones sobre los términos de otros posibles entendimientos. Voy a explicarlo.
…Ya les dije que, en la reunión con el vicepresidente de Estados Unidos, ellos estaban insistentes en lo de tercer país seguro o primer país de asilo.
“Entonces, les dijimos —que yo creo que este fue el logro de la negociación más importante— tengamos un plazo para ver si México y lo que está proponiendo tiene razón y si no nos sentamos entonces a ver las medidas adicionales que ustedes proponen y otras que pensamos nosotros…
…A que, si no tienen éxito las medidas que estamos proponiendo, tengamos que sentarnos a discutir con Estados Unidos y con otros países, ¿cómo cuáles? Guatemala, Panamá, Brasil.
¿Por qué? Porque a Brasil llegan los extracontinentales; Panamá, porque ahí llegan cubanos y haitianos; Guatemala, porque ahí pasan los hondureños y salvadoreños. Es un sistema regional.
…nosotros confiamos en que las medidas que hemos propuesto tengan éxito, pero si no lo tienen sí vamos a tener que participar en una discusión de ese tipo, no lo estoy ocultando.
¿Y por qué dice hoy el presidente Trump en un tuit que habría que presentarse al Congreso en México esos cambios? ¿Por qué dice eso?
Porque se le dijo —y yo se lo dije incluso, no a él, pero sí al vicepresidente, a los demás— México, si acaso estas medidas no funcionan y tuviéramos que participar en un modelo regional como el que acabo de explicar, tendríamos que presentárselo al Congreso, es decir, yo tendría que ir al Senado de la República y decirles al Senado de la República: Oigan las medidas que tomamos no funcionaron y lo que nos están proponiendo los americanos es esto y ésta es la discusión ¿y qué podemos hacer y qué no podemos hacer?
O sea, no es una decisión del Ejecutivo, tendría yo que verlo con el Senado de la República. Entonces a eso se refiere… a los 45 días tenemos que sentar (nos) las partes y decir:
—Bueno, tuvo éxito o no tuvo éxito. Si no tuvo éxito ¿qué vamos a discutir?; y entonces ya yo informaría en detalle qué es lo que se va a discutir si es que no tenemos éxito.
En estas condiciones las cosas están un poco más claras: el Tío Sam nos dejó de apuntar, pero sigue sentado en la mesa con la pistola cargada y las botas puestas.