Irma nació en una comunidad maya de Calikiní, en la región de conocida como Camino Real, ella dice que nació en el cuerpo equivocado porque aunque tiene anatomía masculina, se percibe como mujer. Estudió en la Escuela Normal de Hecelchakán, por años ocultó su preferencia sexual ante el miedo a la discriminación de su familia y la comunidad.

Por circunstancias de la vida tuvo que migrar a la ciudad de Campeche, para ella fue una oportunidad de renacer. Ahora se hace llamar la maestra Irma y aunque enfrenta diversos obstáculos ha iniciado los trámites para el cambio de su identidad, pero se encontró con que el Registro Civil no lo realiza porque no lo contempla la ley del estado.

“Yo me enteré que hay dos chicas que ya cambiaron su identidad, pero aquí en el Registro Civil me dijeron que no se puede”, dijo.

Dayana S., defensora de derechos humanos de las personas trans y representante de la agrupación nacional Respettrans en Campeche, hace unos años vivió la misma experiencia que Irma.

Sin embargo, no se dio por vencida e inició un juicio con base en los principios de convencionalidad y pro persona. Dayana tuvo que luchar contra prejuicios de las autoridades.

Fue una lucha jurídica que le implicó una fuerte inversión económica, tiempo y desgaste emocional porque se enfrentó a la falta de sensibilidad en instituciones públicas y de muchas personas.

Dayana estudió psicología y trabaja en una institución de gobierno, en dónde también vivió un calvario. Ahora, está en el área de género y da terapia.

Una vez que tuvo el diagnóstico se sometió a una terapia porque ésta, dijo, es una decisión de vida. Una vez que los psicólogos consideraron que podía iniciar el uso/consumo de hormonas su lucha empezó en el IMSS porque ella fue la primera mujer trans en solicitar la atención.

“Definitivamente, no fue fácil, me encontré con muchas barreras, falta de sensibilidad y mucha, mucha discriminación, pero no decaí y finalmente logré que se me otorgará el tratamiento hormonal y en mi trabajo tampoco fue bien aceptada la transición, afortunadamente recibí el respaldo jurídico de una institución del mismo gobierno de Campeche y mis miedos, coraje y frustración fueron desvaneciéndose mientras daba pasos firmes hacia mi meta”, externó Dayana.

A la par, estaba el trámite legal que emprendió y logró que por mandato judicial, el Registro Civil de Campeche le concediera su nueva acta de nacimiento y de ahí inició el cambio de sus documentos oficiales. Esa experiencia le sirvió para apoyar los movimientos en favor de las personas trans y celebra la iniciativa para que el cambio de identidad se pueda hacer en Campeche.

“La propuesta estaba en la congeladora, y aunque Campeche históricamente tiene reconocimiento por sus avances jurídicos y el respeto a los derechos humanos, no se avanzaba en la ley para que el trámite se hiciera aquí.

“La comunidad trans impulsa las leyes en beneficio de las minorías, aunque creo que toda la sociedad avanza también porque la Constitución consagra nuestros derechos y si no se respeta entonces no es congruente”, expuso.

El Congreso del Estado de Campeche dio entrada a la iniciativa de reforma para la identidad de género para que las personas que decidan cambiar su identidad realicen el trámite en el Registro Civil, con lo que se da un paso significativo en el tema de la identidad sexual.

Hasta ahora la reasignación de sexo en el acta de nacimiento solo se realiza en 14 estados del país: Ciudad de México, Coahuila, Colima, Chihuahua, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora y Tlaxcala.

Sólo en Jalisco y Oaxaca se puede hacer a menores de 18 años. El comisionado estatal de la Diversidad Sexual del PRD, Ricardo Sulub, reconoció que aún existen muchas barreras.

Sin embargo, este es un asunto que debe verse en la misma dimensión del respeto a los Derechos Humanos. Ricardo Sulub reconoce que la pandemia ha complicado la situación para que la comunidad trans reciba atención en instituciones públicas.

Precisó que el cambio de identidad sexual conlleva a recibir atención psicológica, médica y jurídica y dadas las circunstancias por la pandemia se complica recibir la atención de las instituciones públicas.

Destacó que el PRD lleva muchos años defendiendo los derechos de la diversidad sexual y hace unos días se reunieron con los candidatos de la Coalición Va por Campeche, a quienes expusieron las trabas para el trámite del cambio del acta de nacimiento, la falta de armonización de las leyes y de sensibilidad de los servidores públicos y la sociedad.

“Campeche aprobó la ley de Convivencia y del matrimonio igualitario, pero si la policía ve a una pareja del mismo sexo la detienen por daños a la moral”, explicó

Además, comentó que antes la homosexualidad se consideraba una enfermedad mental, y ya no es así afortunadamente; pero sí existe la disforia en razón de género, pero muchas personas desconocen que existe y que se debe acudir a atención médica, psiquiatrica y psicológica.

No existen cifras oficiales y muchas personas que la padecen no saben que tienen derecho a la atención y tratamiento.