Por pandemia joven menor de edad emprende su propio negocio

Redacción

El cierre de escuelas y negocios no esenciales por la pandemia de covid-19, que dejó sin ingresos económicos a miles de familias en Veracruz, no arrojó sólo saldos negativos de desempleo.

Para algunos fue la oportunidad de emprender proyectos o buscar la manera de generar ingresos para sobrevivir en medio de la crisis.

Ese es el caso de José Samuel Hernández Arellano, estudiante de primer grado de secundaria de 13 años, quien vive en el municipio de Nogales, en la región de las altas montañas de Veracruz.

El adolescente realiza las etiquetas de los productos pues le gusta dibujar. (Isabel Zamudio) Sus padres son artesanos, y por la pandemia no podían trabajar, ya que sus productos no eran de primera necesidad, y el balneario donde lo hacían fue cerrado al público.

El adolescente, con apoyo de su madre, emprendió la elaboración de mermeladas de frutas de temporada y de la región, como higo, nanches, manzana, pera, guayaba y durazno, cuya materia prima compran a los campesinos y comerciantes de la misma zona.

Los chiles habanero en vinagre, jalapeño y chilpalla los cultivan en el huerto familiar. Su familia se dedicaba a la venta de artesanías en un sitio que cerró por la pandemia.

(Isabel Zamudio) ‘Mermeladas y chiles Poke’s’, apodo que desde pequeño tiene el menor, comenzó como un simple antojo de José Samuel, quien después de convencer a su mamá de prepararle una mermelada de frambuesa y de que le enseñara cómo hacerla, decidió vender parte de la misma.

José Samuel comentó que gracias a esto pudieron sortear la falta de ingresos por la pandemia del coronavirus.

“Todo fue durante la pandemia porque fue como una ayuda para nosotros, como no había trabajo y yo tenía mucho tiempo libre por la escuela; me ha parecido una ayuda para mi familia y para mí, por los gastos de la casa, gastos de la comida y cosas así…el trabajo que nosotros vendemos como no es algo de primera mano se tuvo que parar la producción”, relató.

Todo el producto es casero, artesanal, incluso el etiquetado, ya que el menor elabora las etiquetas, hace los dibujos a mano, pues en sus tiempos libres le gustaba dibujar, ya que su familia hace alebrijes con una técnica diferente, a la que llaman “Verabrije”.

“En mis tiempos libres antes de hacer las mermeladas me gustaba dibujar, yo empecé haciendo las etiquetas de mis chiles y mermeladas con el tema de la idea; por ejemplo, si era una mermelada de guayaba dibujaba una carita y sus manos y así, si era un chile habanero, de chiles en vinagre, dibujaba el habanero y le ponía decorados, la plantita…y cosas así para llamar más la atención de los niños y adultos”, explicó José Samuel.

Josué Samuel Hernández Luna, maestro artesano de “Verabrijes”, y padre del chico, admite que la pandemia abrió la parte humana de la sociedad, más gente se hizo solidaria con quienes se quedaron sin fuente de ingresos.

“Como que esto abrió la parte humana de las personas, pues hay personas que a lo mejor veían ‘pues estos viven de la artesanía vamos a echarle, vamos a comprarle’…

Ahorita ya estamos enviando a (Ciudad de) México, vamos a enviar unos a Guadalajara, vamos a enviar ahora a Guanajuato y pues se está ahora tratando de comercializar y también viéndolo como que es algo artesanal, todo es hecho a mano, en cazuelas de barro, para nosotros es una artesanía”, contó Hernández Luna.

El retorno a clases presenciales no será impedimento para el pequeño emprendedor, quien ya planea ir a la escuela y los fines de semana elaborar sus productos. Para él, las clases en línea no han sido lo mejor.

“Un poco pesadas por el tema de las tareas, hay archivos PDF que no se pueden enviar, problemas técnicos, cosas así, pues es un poco más tardado”, admitió.

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