Seguirá 63% de empresas con ‘home office’

Redacción

A pesar del regreso a las oficinas de algunos empleados tras año y medio de home office, gran parte aún labora desde casa.

Según cifras de KPMG, el 63 por ciento de las empresas en México planea mantener el esquema de teletrabajo después de la pandemia, y el 91 por ciento de los empleados permanecerá en esta modalidad al menos dos días a la semana, una vez controlado el virus.

A través de aplicaciones como Zoom, Meet o Teams, las videollamadas han facilitado la comunicación laboral durante la emergencia sanitaria, sin embargo, hay algunos factores a tomar en cuenta, ya que pueden causar fatiga y detonar estrés a los trabajadores.

En este sentido, Runa, plataforma de nómina y gestión de recursos humanos, destacó que es importante mejorar las condiciones con relación al número de videollamadas laborales.

No deben convertirse en un dolor de cabeza

De acuerdo con Runa, algunas videollamadas se pueden evitar con un correo o mensaje de texto.

“Antes de llamar al equipo a una junta, se debe analizar si el tema lo amerita o si se puede comunicar a través de otras plataformas. El exceso de este tipo de llamadas puede cansar a los colaboradores y repercutir en su desempeño”, destacó Andrea Rojas, encargada de personal en Runa.

En ocasiones es necesario tener varias juntas en un mismo día debido a la importancia de los temas a tratar, por lo que se debe tomar en cuenta un espacio entre reuniones.

“En estos casos, es recomendable que los horarios de las citas sean espaciados. De esta manera, los colaboradores pueden tomarse un descanso entre una sesión y otra”, dijo.

También resaltó que la comunicación del líder de la reunión debe ser lo más eficiente posible e ir directamente al punto.

“Esto no significa que el tono de la junta tenga que ser solemne o impersonal. La persona encargada de organizar la videollamada debe de tener muy claros los puntos que quiere tocar y no extenderse en otros temas superfluos. Entre mejor definidos estén los asuntos a tratar, la videollamada será mejor”, dijo Runa.

Además, compartió que de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Stanford, las videollamadas pueden detonar estrés adicional, debido a que durante ellas se interrumpe el ritmo natural de una conversación y fuerza a los participantes a mirarse directamente a los ojos, a diferencia de una junta presencial.

Según esta investigación, el esfuerzo de comunicación que hacen los participantes de una videollamada es más elevado que quien realiza una llamada telefónica.

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