Redacción
El dron Ingenuity y el robot Perseverance que circula por el suelo marciano ya llevan seis meses en la superficie del Planeta Rojo, en la que aterrizaron juntos. Estos robots de la NASA están explorando ahora su entorno con una eficacia mayor que al principio.
El helicóptero robótico, aunque básicamente fue diseñado como una demostración tecnológica, dejó atrás sus primeras y modestas pruebas de vuelo y ahora está trabajando como avanzadilla del Perseverance, sobrevolando el terreno por delante de este, ayudando así a identificar objetivos de interés para que el Perseverance los examine e identificando obstáculos que podrían impedir el paso de su compañero con ruedas.
El Ingenuity completó recientemente su undécimo vuelo en el Planeta Rojo, tomando múltiples fotografías durante su viaje.
Entre otras cosas, fotografió las dunas y los afloramientos rocosos que predominan en la zona llamada “South Séítah”, dentro del cráter Jezero.
Con el tipo de actividad que el Ingenuity está realizando ahora se pretende ver hasta qué punto un helicóptero robótico puede mejorar misiones de robots de superficie como la del Perseverance, explorando posibles áreas de interés científico y ofreciendo vistas detalladas de zonas cercanas demasiado peligrosas para que el rover robótico las explore.
El Perseverance, por su parte, está recorriendo el paisaje marciano utilizando un sistema de autonavegación recientemente mejorado.
Este sistema mejorado, denominado AutoNav, elabora mapas en 3D del terreno, identifica los peligros y planifica una ruta para sortear cualquier obstáculo sin necesidad de recibir instrucciones adicionales de los controladores en la Tierra.
Esta capacidad, combinada con otras mejoras, podría permitir al Perseverance alcanzar una velocidad de hasta 120 metros por hora. Puede parecer poco, pero hay que tener en cuenta que su predecesor, el Curiosity, equipado con una versión anterior del AutoNav, recorre unos 20 metros por hora mientras asciende por el monte Sharp hacia el sudeste.
El cráter Jezero fue el lecho de un lago cuando, hace algunos miles de millones de años, Marte era mucho más húmedo que hoy. El Perseverance visitará un delta fluvial seco en el borde del cráter. Si alguna vez hubo vida en el Marte primitivo, es posible que en ese antiguo delta fluvial aún se conserven vestigios de ella.