El vigilante cibernético de arrecifes coralinos

Redacción

Se trabaja en un nuevo y avanzado modelo de robot subacuático que será capaz de navegar de manera autónoma y durante largos períodos de tiempo por los complejos entornos que son los arrecifes de coral y estudiar a fondo sus ecosistemas.

Del desarrollo de este robot se ocupa el equipo de Yogesh Girdhar, del Instituto Oceanográfico de Woods Hole en Estados Unidos.

Los robots de este modelo serán capaces de medir la biomasa de cada arrecife coralino, evaluar la biodiversidad de su ecosistema y documentar la conducta de los organismos vivos que lo pueblen, entre otras tareas.

Los arrecifes de coral contribuyen a la salud de los océanos y proporcionan a muchas personas un medio para ganarse la vida. Aproximadamente uno de cada cuatro organismos marinos depende de los arrecifes coralinos en algún momento de su ciclo vital, y cientos de millones de personas obtienen alimentos de los ecosistemas de los arrecifes alimentos, así como protección costera contra las tormentas y la erosión.

Por desgracia, los arrecifes están en declive en todas partes del mundo como consecuencia del aumento de las temperaturas, la acidificación de los océanos, la contaminación y otras amenazas.

La comunidad científica se esfuerza por conocer mejor los entresijos ecológicos de los complejos ecosistemas de los arrecifes coralinos e idear formas de hacer frente a la crisis creciente. Para ello, necesita toda la ayuda posible, también la tecnológica.

“Las herramientas que tenemos ahora mismo para estudiar los arrecifes de coral son bastante primitivas”, afirma Girdhar. “Los robots y los sensores que poseemos en este momento no pueden captar la diversidad espacial y la temporal de un arrecife al mismo tiempo”.

El robot en el que Girdhar y sus colaboradores trabajan combinará dos métodos básicos de observación de un arrecife de coral: la captación de imágenes y la de sonidos. Y utilizará la información que reúna para emular la conducta movida por la curiosidad, que le llevaría a escoger sus objetivos de investigación a todo buen buceador entrenado para explorar un arrecife coralino.

Las imágenes permiten a los científicos identificar positivamente especies individuales y lugares de interés en un entorno complejo, pero tienen un alcance limitado bajo el agua. Las señales acústicas pueden proporcionar una evaluación general del estado de los arrecifes, pero a menudo carecen de información detallada y específica de cada especie. Combinando ambas cosas, los investigadores esperan que el robot pueda ir amasando poco a poco un conocimiento completo y detallado de la función y la salud del ecosistema, de forma parecida a como lo haría un oceanógrafo humano.

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