La sonda espacial Parker pasa a solo 8,5 millones de kilómetros del Sol

Redacción

A una velocidad récord que la llevaría de la Tierra a la Luna en menos de una hora, la nave Parker de la NASA completó su décima aproximación al Sol el 21 de noviembre, acercándose a solo 8,5 millones de kilómetros de su superficie.

Como referencia, Mercurio, el planeta más cercano al Sol, dista de este unos 58 millones de kilómetros en promedio. Y su temperatura, con el calor que recibe del Sol por su cercanía, puede superar los 400 grados centígrados en la cara diurna.

Esta aproximación de la Parker al Sol ha expuesto al vehículo a un calor y una radiación solares muy intensos, en un entorno ya de por sí duro y dominado por un fuerte viento solar. La sonda Parker fue diseñada para cuidarse a sí misma durante este acercamiento, sin intervención humana desde la Tierra, dada la gran distancia de esta a la nave y las características de la trayectoria.

El máximo acercamiento en su órbita (el perihelio) se produjo a las 8:25 UTC, con la nave volando a 586.864 kilómetros por hora. Este hito también marcó el punto medio del décimo paso por las inmediaciones del Sol de la misión. Esta visita comenzó el 16 de noviembre y continúa hasta el 26 de noviembre.

La nave llegó a la cita con el Sol en buen estado de salud, con todos los sistemas funcionando normalmente. La Parker va informando periódicamente de su estado al centro de control de la misión en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, en Laurel, Maryland, Estados Unidos, donde también fue diseñada y construida para la NASA.

Entre el 23 de diciembre y el 9 de enero, la nave transmitirá a la Tierra los datos científicos de este encuentro, que abarcan principalmente las propiedades y la estructura del viento solar, así como el entorno polvoriento cerca del Sol.

La Parker partió de la Tierra en 2018. Si todo va bien, en el futuro acabará acercándose al Sol hasta una distancia de tan solo 6 millones de kilómetros de su superficie. Esa distancia es solo 9 veces mayor que lo que mide de radio el Sol. En su máximo acercamiento al Sol, la Parker alcanzará una velocidad sin precedentes, de casi 700.000 kilómetros por hora. A esa velocidad, bastarían tres segundos para cubrir la distancia que separa la ciudad de Barcelona de la de Madrid.

Cuando la Parker alcance su mayor cercanía al Sol, deberá afrontar el gran calor allí reinante, con temperaturas de unos 1.400 grados centígrados. El sistema de refrigeración de la nave deberá mantener su interior a unos 30 grados centígrados.

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