Redacción
Con la promesa de cruces y viajes más ágiles y seguros, el Gobierno federal cambió el programa “Bienvenido, Paisano” por el de “Héroes Paisanos”, pero la modificación fue sólo de nombre. Los viejos vicios persisten.
La “tramititis” todavía retrasa los viajes, con esperas de entre tres y cuatro horas para obtener permisos migratorios y de internación de vehículos y artículos.
Y los abusos, como “moches” de hasta mil 500 dólares de autoridades federales y locales o extorsiones de grupos armados, no han sido erradicados, señalan testimonios de paisanos y líderes de asociaciones de connacionales.