Redacción
Cuando, meses atrás, la sonda espacial Juno de la NASA sobrevoló Ganimedes, uno de sus instrumentos captó ondas de radio moldeadas por la influencia de la magnetosfera de esa luna de Júpiter y la interacción con la del planeta. El equipo científico de la misión cambió la frecuencia de las ondas registradas para convertirlas en sonidos perceptibles por el oído humano.
El resultado es una grabación de ruidos bastante fantasmales que transmite de manera rápida información a los expertos y al mismo tiempo despierta fascinación en estos y en la población general. La grabación dura unos 50 segundos.
Tal como señala Scott Bolton, del Instituto de Investigación del Sudoeste (SwRI)en San Antonio (Estados Unidos) y miembro del equipo científico de la Juno, si se escucha atentamente la grabación, se puede oír el cambio abrupto a frecuencias más altas alrededor del punto medio de la grabación, que representa la entrada de la nave en una región diferente en la magnetosfera de Ganimedes.
El análisis de las ondas captadas durante el sobrevuelo de la Juno todavía no ha concluido ni tampoco hay por ahora explicaciones definitivas sobre el origen exacto de sus características, solo hipótesis.
“Es posible que el cambio en la frecuencia poco después de la aproximación máxima se deba al paso del lado nocturno al lado diurno de Ganimedes”, aventura William Kurth, de la Universidad de Iowa en Estados Unidos y miembro del equipo científico de la misión.
Los “sonidos” de Ganimedes captados por la nave Juno. (Fuente: NASA JPL-Caltech / SwRI / Univ of Iowa)
Ganimedes fotografiado por la sonda espacial Juno durante su sobrevuelo de esa luna de Júpiter en junio pasado. (Foto: NASA JPL / Caltech / SwRI / MSSS)
En el momento de la mayor aproximación de la Juno a Ganimedes, la nave se encontraba a 1.038 kilómetros de la superficie de esa luna y viajaba a una velocidad relativa de aproximadamente 67.000 kilómetros por hora.