Andrea Medina
Aunque la titular del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional (PAN), en Tlaxcala, Miriam Martínez se ha expresado a favor de las mujeres y en contra de la presunta represión por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en contra de las manifestantes del pasado 8 de marzo, tal parece que ha olvidado uno de los casos más graves de agresión contra mujeres dentro del albiazul.
No obstante, las manifestantes no olvidan que al interior del PAN existen agresores que han sido protegidos por el Instituto político, no por nada una de las consignas escritas por las denunciantes fue: “La dirigencia del PAN encubre al agresor”.
Pese a que no hay referencias a nombres la historia política de los últimos años de sus integrantes ni ha sido olvidada por las tlaxcaltecas, como es el caso del alcalde de Apetatitlán Ángelo Gutiérrez Hernández actual cónyuge de la actual presidenta panista quien fue denunciado por golpear a su ex esposa Dania S., en 2015.
El munícipe, quien también es recordado por encadenarse a las puertas de la dirigencia nacional cuando le fue negada una senaduría plurinominal en 2018, también fue señalado ante la Procuraduría General de Justicia de Tlaxcala (PGJE), por supuestos casos de violación, abuso sexual y hostigamiento sexual en contra de tres mujeres denuncias registradas en mayo 2021, mientras contendía por la alcaldía de Apetatitlán.
Denuncias que al parecer la autoridad omitió en continuar investigando.
Sin embargo, al edil no le bastó con obtener una alcaldía ya que en diciembre emprendió una guerra sucia en contra de Minerva Hernández Ramos, quien concursaba por la dirigencia del PAN; en esta ocasión el coordinador de Miriam Martínez fue denunciado por Violencia Política en razón de Género.
En este caso, el coordinador de Hernández Ramos dio a conocer que el edil difundió información privada de la ex aspirante, datos e imágenes denigrantes, así como pago por notas discriminatorias y falsas encuestas para afectar a la contrincante de su esposa.
Como estos diversos ejemplos han surgido al interior del PAN, los cuales la dirigente ha intentado enterrar con la militancia, sin éxito pues el pasado 8 de marzo fueron recordados por las manifestantes y plasmadas en una leyenda.