Venezuela y Cuba… ¿ganan o pierden con la guerra en Ucrania?

Redacción

La crisis mundial por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania favoreció y… perjudicó a Venezuela.

Caracas, uno de los más importantes socios de Moscú en América Latina y el Caribe, podría registrar un incremento de sus ingresos petroleros por el aumento de los precios internacionales del crudo.

Pero el gobierno del cuestionado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, también está en apuros porque, ante las represalias comerciales y financieras que Estados Unidos le impuso a Caracas a partir de 2017, concentró sus operaciones de venta de petróleo en la banca de Rusia… ahora sometida a las medidas punitivas de Washington y de la comunidad occidental contra Moscú por agredir a Ucrania.

Las cifras oficiales mezclan júbilo e inquietud.

Venezuela registró una producción promedio diaria de 554 mil barriles de crudo en 2021 y aunque podría llegar en 2022 a unos 800 mil, la realidad es que la infraestructura petrolera venezolana está colapsada por impacto, entre otros factores, de las sanciones que Estados Unidos le impuso a Caracas en 2019 al acusarla de romper el orden democrático.

Washington bloqueó en 2019 el ingreso del crudo venezolano a EU y le cerró un mercado que representó el 96% de los ingresos petroleros de Venezuela. Uno de los resultados más negativos se reportó en junio de 2020, cuando la producción llegó apenas a 374 mil barriles al día, según los recuentos oficiales.

Pese a las dificultades internas, Venezuela, que obtuvo unos 11 mil millones de dólares por exportaciones de crudo en 2021 para un crecimiento del 38% sobre 2020, podría captar en 2022 unos 15 mil millones de dólares por ese rubro en un país que depende económicamente de las divisas que capta con su industria energética. Por eso, ahora el problema es… cobrar.

Por las medidas de la Casa Blanca en su contra y para evitar el congelamiento de cuentas bancarias, Maduro movió sus operaciones financieras a Rusia, por lo que las sanciones de Washington a Moscú por invadir Ucrania perjudicarán al régimen venezolano.

EU excluyó a 13 de las más grandes instituciones financieras y bancos rusos del sistema de transferencias o Swift. Por eso, esos bancos quedarán imposibilitados de remitir dinero a Venezuela. En sentido contrario, Venezuela tampoco podrá utilizar los servicios de bancos rusos para trasladar dinero y pagar a proveedores de Europa o de otras partes del mundo.

Un elemento de inquietud financiera en el régimen de Maduro es la acelerada devaluación sufrida por el rublo, la moneda rusa, por efecto de las sanciones internacionales luego del ataque que Rusia lanzó el 24 de febrero pasado contra Ucrania.

Venezuela podría registrar cuantiosas pérdidas en el mecanismo de convertir los rublos que mantiene depositados en bancos de Rusia a monedas fuertes, como el dólar.

Las secuelas del golpe económico mundial por la guerra en Ucrania también llegaron a Cuba, otro de los importantes socios de Moscú en América Latina y el Caribe. Cuba sufrirá una severa caída en los números de ingreso de turistas rusos ante la decisión mundial de cerrar el espacio aéreo a las aeronaves rusas.

Cuba, que desde 1962 enfrenta un embargo o bloqueo económico de Estados Unidos, también triangula parte de sus operaciones financieras con Rusia como una vía para eludir las medidas de Washington en su contra. La Habana tiene nexos con las 13 instancias financieras rusas para su comercio y otras operaciones.

El 23 de febrero anterior, el día antes de invadir Ucrania, Rusia prorrogó hasta 2027 el cobro a Cuba de una deuda por 2 mil 300 millones de dólares que Moscú otorgó a La Habana de 2006 a 2020 para proyectos socioeconómicos.

El Departamento de Estado de EU puntualizó este mes que Cuba Nicaragua y Venezuela, sometidos (por separado) a sanciones de Washington, forjaron vínculos “muy fuertes” con el aparato financiero ruso, por lo que en los próximos días se notará el impacto en ese trío de país del menú de castigo internacional contra Rusia por el ataque a Ucrania.

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